En otras formas, los acorazados rápidos no eran distinguidos de los acorazados convencionales en la documentación oficial; ni estos eran reconocidos como una categoría distinta en los listados contemporáneos de buques o en los tratados.
El buque italiano Italia del año 1880 era un diseño radical, con una velocidad de 18 nudos (33 km/h), pesados cañones y sin cinturón blindado; esta velocidad no fue igualada hasta la década de 1890, cuando velocidades más altas llegaron a ser asociadas con diseños de segunda clase tales como el HMS Renown del año 1895 (con 18 nudos) y el HMS Swiftsure y el HMS Triumph del año 1903 (con 20 nudos).
En estos diseños pre-dreadnought tardíos, la alta velocidad pudo ser deseada para compensar por menor potencia de permanencia, permitiéndole evadir a un oponente más poderoso cuando fuera necesario.
[5] Fisher parece haber quedado poco impresionado por estas demostraciones y continuo presionando para incrementos radicales en la velocidad de los acorazados.
Finalmente sus ideas al menos dieron fruto parcial en el HMS Dreadnought del año 1906, como el Warrior antes de este buque, el Dreadnought fue el acorazado más rápido y más poderoso en el mundo.
También incluía otras características que indicaban un incremento en el énfasis en la velocidad: En la década siguiente a la construcción del Dreadnought, el liderazgo de la Armada Real en velocidad de los buques capitales fue disminuido, a medida que las Armadas rivales respondían con sus propios "dreadnought" impulsados por turbinas.
Como un resultado, varios diseños de acorazados rápidos potencialmente significativos no lograron ser realidad.
La intención inicial era que los nuevos acorazados tendrían la misma configuración que la clase precedente clase Iron Duke, con cinco torretas gemelas y la velocidad estándar para ese momento de 21 nudos (39 km/h).
Sin embargo, se dieron cuenta de que, al eliminar la torreta ubicada en la mitad del buque, era posible liberar peso y volumen para un conjunto de motores mucho más grande, y aún disparar una andanada más pesada que la del Iron Duke.
El segundo era que, como el entonces Primer Lord del Almirantazgo, Winston Churchill, dijo: nuestro bellos “Gatos” tenían pieles delgadas cuando se les compara con los cruceros de batalla más fuertes del enemigo.
[9] De hecho, los nuevos acorazados serían los dreadnought más fuertemente blindados en la flota.
El programa original para el año 1912 consideraba tres acorazados y un crucero de batalla.
Aunque en el año 1914 habían sido ordenados dos nuevos cruceros de batalla (HMS Renown y el HMS Repulse y estaban siendo construidos notablemente rápido, Jellicoe había argumentado que, aunque su velocidad era adecuada, su protección blindada (reducida dramáticamente a insistencia de Fisher) era insuficiente.
Como se indicó en los párrafos anteriores, los británicos ahora estaban convencidos de que sus acorazados rápidos eran adecuados para el combate pero eran demasiado lentos y que sus cruceros de batalla —incluso los más grandes— no eran adecuados para el combate sostenido.
Durante la Primera Guerra Mundial, la Armada Real fue la única en operar tanto una División Rápida compuesta por acorazados construidos para ese propósito y una fuerza separada de cruceros de batalla.
La influencia inmediata de los Nagato estuvo limitado al hecho de que los japoneses mantuvieron su velocidad real como un secreto celosamente guardado, admitiendo que solo alcanzaba los 23 nudos (43 km/h).
Oficialmente descritos como cruceros de batalla, los G3 estaban lejos mucho mejor protegidos que cualquier buque capital británico previo y, generalmente han sido considerados, como los Kii, como verdaderos acorazados rápidos.
[19] Los G3 recibieron prioridad por sobre los N3, mostrando que ellos eran considerados adecuados para la línea de batalla y las órdenes para su construcción fueron efectivamente colocadas.
Esto tenía un beneficio doble, el espacio extra permitía que el tamaño de los motores fuera aumentado, mientras el largo extra mejoraba la proporción velocidad/largo y de esa forma reducía la resistencia del casco.
[25] Francia, el Reino Unido y Estados Unidos tomaron una aproximación menos radical, reconstruyendo sus buques usando los cascos originales, las calderas fueron convertidas para quemar petróleo o fueron reemplazadas, como en algunos casos también lo fueron los motores, pero el aumento en la potencia de los motores generalmente fueron negados por el aumento en el peso del blindaje, armamento antiaéreo y otros equipos.
Estado libre de las limitaciones del tratado, la clase Iowa estaba equipado con cañones de 16 pulgada (406 mm) con un mayor alcance máximo y poseían motores incluso más potentes y un casco alargado para una velocidad significativamente más rápida que la de los North Carolina y South Dakota.
En el año 1938 Estados Unidos, el Reino Unido y Francia acordaron invocar la previamente mencionada cláusula de escalamiento del Segundo Tratado de Londres, que les permitía construir hasta 45.000 toneladas estándar.
[28] Para esa época, las tres naciones aliadas ya estaban comprometidas a nuevos diseños de 35.000 toneladas: los estadounidense con los North Carolina (dos buques) y los South Dakota (cuatro ejemplares), los británicos con los King George V (cinco buques) y los franceses con los Richelieu (dos completados de cuatro planificados, siendo el último de la clase, el Gascogne, un diseño modificado grandemente).
Estados Unidos logró completar cuatro de sus seis Iowa, pero la clase Lion británica no fructificó, dos de las cuatro unidades fueron puestas en gradas, en el verano del año 1939, pero no se completó ninguno.
Ellos habrían tenido instalados 9 cañones de 16 pulgada (406 mm) y, con una velocidad de entre 29 nudos (54 km/h) y 30 nudos (60 km/h), habrían sido significativamente más rápido que la clase King George V.
Completado en el año 1946, este buque tenía una velocidad similar a la del Lion.
Los dos últimos diseños estadounidenses de buques capitales fueron los primeros desde el año 1922 en no estar limitados por las restricciones del tratado, y se diferenciaban ampliamente.