Aktion T4

Aktion T4 es el nombre que se le dio a un programa secreto de exterminio de los enfermos mentales y las personas con discapacidad,[4]​[5]​[6]​[7]​[8]​ encubierto bajo el término «eutanasia»,[9]​[10]​[11]​[12]​[13]​ que tuvo lugar en la Alemania nazi.[22]​ Se dieron varias razones para estos asesinatos, incluyendo la eugenesia, la higiene racial y el ahorro de dinero.Se usó gas letal para matar a gran número de personas.[28]​ El programa se realizó en seis centros situados en Alemania y en la Austria anexionada: Grafeneck (Baden-Wurtemberg), Brandeburgo, Bernburg (Sajonia-Anhalt), Hartheim (Austria), Sonnenstein (cerca de Pirna, Sajonia) y Hadamar (cerca de Limburgo, Hesse).En 1904 se fundó la Sociedad Alemana de Higiene Racial, con August Weisman como presidente honorario, que proponía que se hiciera un examen a los recién nacidos y un examen médico para contraer matrimonio.[50]​[51]​ Se publicaron cálculos sobre el coste de mantener a los enfermos mentales y a los que padecían enfermedades hereditarias y lo que se podría hacer con ese dinero en lugar de «desperdiciarlo» en vidas «inútiles».[55]​[56]​[48]​ La oportunidad para empezar los asesinatos en masa se presentó unos meses antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial.El Führer envió a Karl Brandt, uno de sus médicos personales, para que fuera a Leipzig y cumpliera la petición del padre tras confirmar el diagnóstico con los médicos que trataban al niño.Cuando llegaban a los centros, los niños eran alojados en salas especiales, separados de los demás pacientes.La forma de acabar con ellos era matarlos por inanición o administrándoles en las comidas dosis excesivas del barbitúrico Luminal, que servían para bloquear la respiración.Bouhler encomendó la dirección del programa a su ayudante Viktor Brack, quien para ocultar su identidad adoptó el pseudónimo de “Jennerwein” (lo mismo haría su segundo, Werner Blankenburg, que adoptó el pseudónimo de “Brenner”).[91]​[64]​[92]​[93]​[94]​[84]​ Entre las personas asesinadas se encontraban hombres y mujeres de todas las edades, desde niños —que fueron los primeros asesinados—[54]​[95]​ hasta ancianos.Allí los informes eran evaluados por peritos médicos reclutados por su ideología nazi y no por su experiencia ―encargados de escribir un signo + en rojo para la muerte, y un signo – en azul para la vida; si el paciente era judío ni se molestaban en evaluar su caso: era enviado directamente a las cámaras de gas sin cumplir ninguna formalidad―.La decisión final la tomaban tres altos responsables según unos criterios en ocasiones bastante arbitrarios.Hoy debo escribir estas palabras de despedida pues dejo esta vida terrenal por un hogar eterno».Su muerte estaba muy lejos de ser tranquila y humana ―«algunos se echaban en el suelo, otros se mostraban apáticos, muchos mantenían la boca abierta como si no pudiesen tomar más aire.Poco después se les entregaba a los familiares una urna funeraria con las supuestas cenizas de su ser querido.[106]​ Un plan de asesinatos tan amplio y en el que intervenían tantas personas era muy difícil mantenerlo en secreto.Uno de sus informantes le había dicho que serían unas cien mil las víctimas, pero «para mí, esa cifra es demasiado elevada».En el diario reprodujo la carta impresa que recibían las familias comunicándoles el fallecimiento de su ser querido, de la que destacó el sorprendente segundo párrafo:[111]​ Shirer también dejó constancia en su diario del fracasado intento de las familias para que les dieran más explicaciones acudiendo a los centros donde habían muerto sus parientes.Entre los líderes religiosos, tanto católicos como protestantes, también se extendió la preocupación, teniendo en cuenta que sus instituciones de beneficencia aún albergaban a muchos pacientes discapacitados.[120]​ Como ha señalado Saul Friedländer, «fue la primera y única vez en la historia del Tercer Reich que destacados representantes de las iglesias cristianas en Alemania hicieran pública una condena de los crímenes cometidos por el régimen».Para Büchner, Binding y Hoche estaban abogando por la violación de la ética médica fundamental.[128]​ Según Ian Kershaw, cuando se detuvo el programa en agosto ya habían sido asesinados más de los 70.000 pacientes previstos inicialmente, alcanzando posiblemente los 90.000.[98]​ Al suspenderse el programa T-4, los técnicos y médicos del mismo, encabezados por sus dos máximos responsables Philipp Bouhler y Viktor Brack, fueron enviados al Este para que aplicaran allí su experiencia en el uso de las cámaras de gas.[132]​[130]​ «La matanza pseudomédica acabó convirtiéndose en un aspecto integral del asesinato racial en masa», comenta Michael Burleigh.Un recluso polaco internado en Auschwitz por motivos políticos recordó más tarde cómo los engañaron: «Durante la revista vespertina se dijo que todo el que estuviese enfermo podría abandonar el lugar para curarse.Este mismo recluso recordó también el traslado de los enfermos al tren que les esperaba: «Estaban agotados.[136]​ Por otro lado, la suspensión del Aktion T-4 no supuso en absoluto que los nazis abandonaron la idea de exterminar a los adultos discapacitados.[137]​ Hacia finales de 1942 se ampliaron las categorías de víctimas que debían ser asesinadas para incluir también a los trabajadores extranjeros forzados, polacos sobre todo, que habían contraído enfermedades graves, físicas o mentales, o a los recién nacidos y niños pequeños cuyas madres, trabajadoras forzadas, se habían negado a abortar, o cuando uno de los dos progenitores era judío.
Fotografía de la propaganda nazi de 1934 de una persona con discapacidad que iba acompañada con la leyenda: "Este enfermo mental cuesta anualmente 2000 marcos al Estado".
Cartel de 1937 de la revista mensual Neues Volk de la Oficina de Políticas Raciales del NSDAP que pretende justificar el exterminio de las personas discapacitadas. En él se dice: "Esta persona, que padece una enfermedad hereditaria, le cuesta a la comunidad nacional 60.000 Reichsmarks de por vida. Camarada, ese es tu dinero también".
Niños del Hospital Schönbrunn (1934). Imagen tomada por un fotógrafo de las SS.
Philipp Bouhler con uniforme de las SS, jefe de la Cancillería del Führer. Adolf Hitler le encargó que pusiera en marcha el programa Aktion T4, cuya organización delegó en su segundo Viktor Brack.
Viktor Brack , organizador del programa Aktion T4, por orden de Philipp Bouhler , jefe de la Cancillería del Führer, quien a su vez cumplía una orden directa de Adolf Hitler.
Un autobús Gekrat ('Ambulancia caritativa') de los utilizados por el departamento de transporte del T4 ( Gemeinnützige Krankentransport GmbH ).
Monumento conmemorativo de las víctimas, obra de Richard Serra , situado en el lugar donde se encontraba la sede del Aktion T-4 en la Tiergartenstrasse de Berlín.
Estela conmemorativa de las víctimas del Aktion T-4 en la Tiergartenstrasse 4 de Berlín (2009).
El obispo von Galen de Münster, un ultraconservador nacionalista, denunció el asesinato de enfermos mentales y de discapacitados que estaban llevando a cabo los nazis. El impacto del sermón fue tan grande que Adolf Hitler se vio obligado a suspender el Aktion T-4.
Interior de la Iglesia de San Lamberto (Münster) . En esta iglesia fue donde el obispo Clemens von Galen pronunció su sermón del 3 de agosto de 1941 en el que denunció el asesinato de enfermos mentales y de discapacitados que estaban llevando a cabo los nazis.
Karl Brandt durante el juicio de los doctores en Núremberg.