Este panel incluía a algunos miembros experimentados de la Aktion T4, como los profesores Werner Heyde y Hermann Paul Nitsche, o los doctores Friedrich Mennecke, Curt Schmalenbach, Horst Schumann, Otto Hebold, Rudolf Lonauer, Robert Müller, Theodor Steinmeyer, Gerhard Wischer, Victor Ratka y Hans Bodo Gorgaß.
Sin embargo, este no realizaba ningún examen médico en sentido estricto; se les preguntaba por su participación en la Primera Guerra Mundial y sobre las posibles medallas que hubieran ganado.
La «evaluación» final consideraba el contenido del formulario de registro y se limitaba a decidir si el recluso debía decibir el «tratamiento especial» 14f13.
Por último, los formularios de registro y los resultados correspondientes se enviaban para su archivado a la Oficina Central T4, en Berlín.
Les prometían que irían a un «campo de recuperación» donde tendrían labores menos fatigosas.
Para el verano de ese mismo año, habían sido «retirados» del campo al menos 400 prisioneros.
Un recluso polaco internado en Auschwitz por motivos políticos recordó más tarde cómo los engañaron: «Durante la revista vespertina se dijo que todo el que estuviese enfermo podría abandonar el lugar para curarse.
Este mismo recluso recordó también el traslado de los enfermos al tren que les esperaba: «Estaban agotados.
[12] La superficialidad y el cinismo de los denominados exámenes médicos aparecen con particular evidencia en las cartas del «experto» Friedrich Mennecke.
Bajo el epígrafe «síntomas», Mennecke introdujo descripciones como «comunista obcecado, indigno de incorporarse a las fuerzas armadas», o «infamia racial permanente».
Solo se modificaron unos pocos detalles administrativos, como que las muertes pasaron a registrarlas los miembros de la administración del campo correspondiente, o la comunicación a los parientes de las víctimas, alegando una enfermedad como causa.
[23] Firmada por Arthur Liebehenschel en nombre de Glücks y distribuida a todos los comandantes de campo, la circular decía:[24] Un año después, los reveses militares requirieron nuevas restricciones en las selecciones para asegurar que todos los trabajadores físicamente aptos pudieran emplearse en la industria armamentística.
Con este fin, Glücks emitió una nueva circular el 27 de abril de 1943 por la que en el futuro solo se debería «jubilar» (auszumustern) a los prisioneros con enfermedades mentales:[25] Alle übrigen arbeitsunfähigen Häftlinge (Tuberkulosekranke, bettlägerige Krüppel usw.)
Bettlägerige Häftlinge sollen zu einer entsprechenden Arbeit, die sie auch im Bett verrichten können, herangezogen werden.
Der Befehl des Reichsführers SS ist in Zukunft genauestens zu beachten.
[28] Para Nikolaus Wachsmann, en cambio, «los asesinatos cometidos en Hartheim no representaron una continuación de la Aktion 14f13, [...] sino que tuvieron un carácter más limitado, restringido sobre todo a enfermos del recinto vecino de Mauthausen».
[31] La Aktion 14f13 representó un paso más en el camino de la discriminación y el aislamiento de personas indeseables por motivos políticos y raciales, pasando por el asesinato con fines utilitarios, hasta el exterminio racial sistemático conocido como Holocausto.