Como el primer embajador de los Estados Unidos en Francia, ejemplificó a la naciente nación americana.
Después de 1767, fue asociado con el «Pennsylvania Chronicle», un periódico que era conocido por sus sentimientos revolucionarios y críticas hacia la política británica.
Como inventor, es conocido por el pararrayos, las lentes bifocales, la armónica de cristal y la estufa Franklin, entre otros inventos.
Un diplomático consumado, fue admirado extensamente entre los franceses como ministro en París y era una figura importante en el desarrollo de relaciones positivas franco-americanas.
Sus esfuerzos resultaron vitales para la Revolución Estadounidense al asegurar los envíos de municiones cruciales desde Francia.
[14] Su padre quiso que hiciese carrera como religioso[15] pero él no tenía vocación de eso.
[14] En 1717 su hermano James regresó de Inglaterra con una prensa y letras para montar una imprenta en Boston.
Para evitar que fuese marinero, su padre le envió a trabajar con James como aprendiz.
A su hermano James le gustó el poema y lo imprimió en panfletos, que luego Benjamin vendió.
Tras esto, escribió otro poema, «Canto de un marino», sobre el pirata Edward Teach, también conocido como «Barbanegra».
[18] Esto ofendió a la Asamblea del lugar y James fue encarcelado por dos semanas por desacato, ya que no reveló al autor.
Cuando sacaron a James de la cárcel le prohibieron seguir imprimiendo el periódico, por lo que aparecía como publicado por Benjamin Franklin.
[14] A los 16 años se hizo vegetariano, en parte porque así podía gastar más dinero en libros.
[19] Allí conoció al gobernador, William Keith, que quedó impresionado por sus habilidades y su ética.
El Junto fue un grupo de tertulias sobre temas del día; posteriormente dio lugar a muchas organizaciones en Filadelfia.
En octubre de 1729 él y Hugh Meredith pasaron a ser editores del periódico Pennsylvania Gazette.
[30] En 1730 contrajo matrimonio con Deborah Read, con la que tuvo tres hijos: William (probablemente en 1731), Francis (1732) y Sally (1743).
A los 24 años, Franklin reconoció la paternidad de un hijo ilegítimo llamado William, acogiéndolo en su casa.
Franklin era un jugador experto de ajedrez, juego sobre el que llegó a escribir ensayos.
[39] Su afición por temas científicos empezó a mediados del siglo XVIII, y coincidió con el comienzo de su actividad política.
Gracias a este experimento, creó un año más tarde, en 1753, el que fue su invento más famoso, el pararrayos, aunque solo en Estados Unidos, ya que en Europa lo inventó el checo Prokop Diviš[42][43] cuando trataba de desarrollar un objeto capaz de extraer de las nubes la energía eléctrica, algo que sucedió solamente un año después, en 1754.
En su autobiografía lista sus trece virtudes[47] como: Como se estableció anteriormente, las virtudes que se mostraron en la parte superior aparecen en la autobiografía de Franklin, específicamente en la sección IX titulada Plan para lograr la perfección moral.
Sin embargo, como esto no era una tarea fácil, Franklin decidió dividir sus objetivos en tareas pequeñas pero alcanzables.
Al principio, quería dominar primero una virtud, luego pasar a otra y así sucesivamente, hasta alcanzarlas en el orden cronológico que se mostró con anterioridad.
Franklin era una persona extremadamente sistemática, o al menos da esa impresión por los planes que muestra dentro de esta sección para alcanzar sus metas.
Él ordenó deliberadamente todas las virtudes, puesto que las pensó como una serie de pasos.
De hecho, tenía un librito en el que anotaba en páginas separadas la virtud en la que más se estaba concentrando durante la semana, y en un pequeño lugar del cuaderno escribía la inicial del resto de las virtudes.
[48] Evidentemente, es claro que Franklin logró alcanzar, en cierta medida, con respecto a su alusión del hacha moteada, sus ideales de virtud, probablemente no en su máximo potencial, pero si con la condición de que esto lo llevó a vivir una vida plena.
"[48] Inclusive, Franklin deseó haber llamado a su librito que solía llevar consigo El arte de la virtud.
[51] Fue encarcelado en 1677 por desobedecer al magistrado local defendiendo a la clase media en conflicto contra los terratenientes ricos aunque finalmente el gobernador le exoneró.