Un pararrayos es un instrumento cuyo objetivo es atraer un rayo ionizado del aire para conducir la descarga hacia La Tierra, de tal modo que no cause daños a personas o construcciones.
Su teoría se ensayó en Inglaterra y Francia antes incluso de que él mismo ejecutara su famoso experimento con una cometa en 1752.
Inventó el pararrayos y presentó la llamada teoría del fluido único para explicar los dos tipos de electricidad atmosférica, la positiva y negativa... A partir de entonces nacieron los pararrayos que, contrariamente a lo que indica su nombre, se diseñaron para atraer la descarga y luego conducirla a tierra, lugar donde no ocasiona daños.
La confianza de protección era tan grande en la sociedad que, inconscientemente, no contemplaban sus riesgos, e incluso llegaron a diseñarse estéticos paraguas con pararrayos incorporado.
Casi todos los equipos electrónicos incluyen componentes sensibles a las perturbaciones electromagnéticas y variaciones bruscas de la corriente.
La fuente más importante de radiación electromagnética es la descarga del rayo en un elemento metálico o, en su caso, en un pararrayos.
Para que un sistema de protección contra el rayo sea seguro, todos sus elementos deben cumplir con sus respectivas normativas, tanto en sus características como en su instalación.
es una evolución desarrollada del pararrayos primitivo creado por el físico, que desioniza y equilibra en todo momento las cargas atmosféricas a través de sus compensadores.
Algunos autores[4] aseguran que gracias a su diseño el pararrayos desionizador de carga electrostática anula el campo eléctrico en las estructuras, inhibiendo por tanto la formación del rayo en la zona que se protege al adelantarse al proceso de formación del rayo, para debilitar el campo eléctrico presente, en débiles corrientes que se fugan a la toma de tierra y evitan posibles impactos de rayos en las estructuras.
Otros autores afirman que su presencia no constituye una protección distinta a la otorgada por un pararrayos convencional.
Son denominados Disipadores Estáticos y están siendo cada vez más utilizados en la protección de estructuras metálicas.
Cuando el sistema de pararrayos se aplica sobre la estructura metálica, esta es, ya por sí, lo suficientemente conductora, con gran sección metálica, como para que la corriente la prefiera a ella como vía, por lo que salta sobre ella y el flameo o arqueo (flashover) a su alrededor puede dañar el equipamiento adosado a la estructura y personas cerca de ella, fenómeno que se verifica en la práctica (o se requiere colocar conductores a tierra conductores de gran sección de metal mejor conductor que la torre, preferentemente barras rectas de cobre convenientemente colocadas).
A lo largo del uso por años, comparando estadísticas se podrá conocer si, en el orden práctico, esta solución es eficaz o no.
Aunque son efectivos, en la práctica, aún se observan daños en las líneas dada la impredecible naturaleza de estos fenómenos naturales.
"[9] El rayo es un fenómeno meteorológico que genera severos efectos térmicos, eléctricos y mecánicos, en función de su energía durante la descarga.
El impacto directo de un rayo provoca daños en las estructuras (edificios, antenas telecomunicaciones, industrias, etc.).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), varios organismos nacionales e internacionales han formulado directrices que establecen límites para la exposición a campos electromagnéticos (CEM) en el trabajo y en los lugares de residencia.