Maurice Ronet

Finalmente entró en el Centro del Espectáculo de la calle Blanche, donde estudió arte dramático.

Fue toda su vida un gran actor y un hombre para mujeres que ubicaban la amistad por encima del amor.

Su belleza sorprendía: medía 1,80 m, tenía ojos azules y los dientes blancos.

En el Conservatorio trabajó bajo la dirección de Jean-Louis Barrault, René Simon y Maurice Leroy.

Al finalizar sus estudios pisó las tablas por primera vez en Les Parents terribles de Jean Cocteau y después en Un beau dimanche (Un hermoso domingo) de Jean-Pierre Aumont, sin olvidar Roméo et Juliette (Romeo y Julieta), obra en la que encarnó el papel protagónico al lado de Nicole Berger.

[5]​ Cuando debutó en el cine como intérprete de esa película, en un papel que había sido escrito específicamente para él por el realizador, tenía veintidós años y poco interés en continuar con la carrera de actuación, y si bien es cierto que se convirtió en un joven actor protagónico del cine francés, ese filme y algunos otros, incluido "Un grand patron" (El perfeccionista),[6]​ estrenado dos años más tarde, no le daban la impresión de un verdadero progreso.

[1]​ Después de completar la película Cita en julio se casó con María Pacôme[7]​ (una actriz de teatro y dramaturga francesa) y juntos se mudaron a Moustiers-Sainte-Marie, en Provenza, donde Maurice intentó dedicarse a la cerámica.

[nota 1]​ Otras películas que le dieron fama internacional fueron A pleno sol (Plein soleil), un thriller basado en la novela de Patricia Highsmith, en el que intervenía junto a Alain Delon, a las órdenes del director René Clement,[11]​ y El que debe morir, de Jules Dassin.

Su matrimonio con Pacôme terminó rápidamente en una separación y se divorciaron en 1956, año en el que Ronet retomaría su carrera cinematográfica.

Los críticos lo consideraban una esperanza segura del cine pero él no se limitaba a papeles definidos y actuaba en películas tan diversas como Los siete pecados capitales en 1952, Lucrecia Borgia en 1953, Châteaux en Espagne (El torero) en 1954 y Sección desaparecidos en 1958, esta última un drama policial franco-argentino de Pierre Chenal basado en la novela Of Missing Persons, de David Goodis.

[14]​ Sin embargo, es probable que sea más conocido por su papel de Philippe Greenleaf en la adaptación francesa del filme The Talented Mr.

Su trabajo continuó con dos documentales: Vers l'île des dragons (1973), un viaje alegórico a Indonesia para realizar el film también ya mencionado Los dragones de Komodo y un informe sobre la construcción de una presa en Cahora Bassa, Mozambique, para la televisión francesa.

Sus papeles en Ascensor para el cadalso, A pleno sol, Rafael el libertino (Raphaël ou le débauché) o La mujer infiel impusieron su combinación de carisma sutil y dandismo inquieto.

La suya fue una trayectoria azarosa, caótica e impredecible, como si hubiera querido celebrar tres vidas en una.

Imagen de la tumba de Maurice Ronet en Bonnieux .