Pierre Chenal

En 1930 bajo la producción de la revista L'architecture D'ajourd'hui, filmó tres cortos donde se mostraba la nueva arquitectura francesa.

Le siguieron la destacada L'Homme de nulle part con Isa Miranda, Pierre Blanchar et Robert Le Vigan, una obra de Luigi Pirandello que ya había sido llevada al cine por Marcel L'Herbie; La Maison du Maltais con Viviane Romance, Marcel Dalio y Louis Jouvet, que se reencuentran en L'Alibi junto a Erich von Stroheim y Jany Holt.

El personaje principal de la novela, a cuya caracterización como "todo un hombre" por Unamuno se refería el título, tenía una actitud ambigua respecto de la relación que su mujer mantenía con un tercero que la perseguía.

La discusión subió de tono, la reunión se disolvió y pareció que el proyecto tal como estaba concebido abortaba.

Sin embargo, al día siguiente hubo nuevas reuniones y se modificó el guion.

Su realización, superando al tema, es impecable»; y Domingo Di Núbila la sintetizó como «la mejor comedia policial del cine argentino hasta entonces».

Pierre Chenal vuelve entonces a Buenos Aires para hacer Sangre negra, la primera adaptación de la novela Native son del escritor estadounidense Richard Wright, quien también interpreta el rol principal.

El cineasta atraviesa entonces los Andes para filmar en la localidad balnearia de Viña del Mar El ídolo, primera película policial chilena, con su esposa, de la cual se divorcia en 1955, y Alberto Closas como protagonistas; después, Confesiones al amanecer con Lautaro Murúa.

En 1956, dirige la coproducción franco-argentina Section des disparus, con Nicole Maurey en el papel de la odiosa esposa del joven Maurice Ronet.