Vasallaje es la relación que existía entre un vasallo (esto es un noble o caballero) y su señor feudal.
Era un contrato sinalagmático, con obligaciones para ambas partes, que se establecía entre dos hombres libres.
Las obligaciones contractuales de la relación vasallática quedaban sin efecto para una parte si la otra incumplía gravemente las suyas (felonía).
Diminutivo de vassallus es vassellitus ("noble joven", "escudero", "paje"), que se usaba en el galo-romance y originó la palabra francesa que evolucionó en las formas vaslet, varlet o valet (valet de chambre o "ayuda de cámara") que pasaron también al inglés (varlet registrado en 1456 y valet en 1567).
[7] En su cúspide se encontraría el emperador, bajo él los reyes, bajo estos los altos nobles (duques, condes y marqueses, cuyos feudos son los ducados, condados y marcas -del tamaño de regiones enteras-).
En algunos casos, las obligaciones del auxilium se eludían o cambiaban por pagos en dinero (scutagium).
En tal pretensión fueron ayudados por la recepción del derecho romano redescubierto por letrados, glosadores y compiladores (escuela de Bolonia), inicialmente en beneficio de las pretensiones imperiales, pero ahora con un nuevo propósito en el que fueron muchas veces apoyados por el propio Papa.
Vasallos pontificios se consideraban los caballeros teutónicos en las tierras que conquistaron en Europa oriental.
[9] Incluso en el ámbito de las representaciones metafóricas, también se produjo una "inversión" entre "arriba y abajo".
En este grupo social se juntaban los antiguos servidores de Pedro I con los adictos conseguidos durante la paciente espera del destierro; en mayor número los primeros que los segundos.