El sistema funciona electrónicamente entre un pórtico (estructura metálica de tres piezas) que se encuentra en la autopista el cual en su parte superior posee dispositivos de lectura electrónica, y un dispositivo denominado transponder, TAG o televía, el cual va montado en el parabrisas del automóvil y recibe y envía información al pasar por debajo del pórtico.
El dispositivo en los vehículos no es más grande que una billetera y es en extremo ligero.
Países como Argentina (TelePASE), Australia, Canadá, Chile, Estados Unidos, México, Panamá, Colombia, Portugal (Via Verde), España (VIA-T) e Israel, entre otros, lo utilizan en sus autopistas tanto interciudades como urbanas.
Noruega ha sido el mayor a nivel mundial en el uso generalizado de esta tecnología.
Soluciones similares ya habían sido implementadas en otras ciudades, solo que en esos casos el telepeaje fue utilizado en anillos periféricos o autopistas para evitar el paso por el centro de la ciudad.
En el momento en el cual el automóvil se acerca al pórtico, la matrícula, patente o placa es fotografiada, el dispositivo es activado y detectado por el pórtico y se genera el cobro en milésimas de segundo.
[1] Este sistema está conformado por dos actores habilitados ante el ministerio: El cobro electrónico, en el caso peruano, dependerá de la concesionaria a la que se someta, debido a que cada una opera con tecnologías distintas.
[2]Por ello y de momento, tres concesionarias lo implementan: Utiliza la tecnología provista por Telectrónica (SIRIT).