La normalización (también denominada estandarización)[1][2][3][4] es el proceso de elaborar, aplicar y mejorar las normas que se emplean en distintas actividades científicas, industriales o económicas, con el fin de ordenarlas y mejorarlas.
Llegó a conocerse como British Standard Whitworth, y fue ampliamente adoptado en otros países.
La American Unified Coarse se basó originalmente en casi las mismas fracciones imperiales.
A finales del siglo XIX, las diferencias de normas entre las empresas dificultaban y tensaban cada vez más el comercio.
Tras la Primera Guerra Mundial, se crearon organismos nacionales similares en otros países.
[9] A nivel regional (por ejemplo, Europa, América, África, etc.) o subregional (por ejemplo, Mercosur, Comunidad Andina, Sudeste Asiático, Sudeste de África, etc.), existen varios organismos regionales de normalización.
El CEN elabora normas para numerosos tipos de productos, materiales, servicios y procesos.
[16] La normalización persigue fundamentalmente tres objetivos: Las elevadas sumas de dinero que los países desarrollados invierten en los organismos normalizadores, tanto nacionales como internacionales, es un indicio o una prueba de la importancia que se da a esta cuestión.