Hasta 2017 las autopistas podían tener 2 carriles por sentido, pero el término ha sido actualizado, debido al incremento en la flota vehicular mundial.
No hasta el año 1952 había construida la antigua Autopista de Barajas con el diseño antiguo de la autopista que no habían carriles y solo se construyeron 2 calzadas como si fuera una avenida muy ampliada.
[11][12] Finalmente, los dos accesos principales a las terminales 1, 2 y 3 del aeropuerto de Madrid-Barajas, se acabaron convirtiendo en autopistas.
Las autovías españolas históricamente siguen más o menos el mismo recorrido que tenían las calzadas romanas en los tiempos de Hispania.
[16] En cambio en el ámbito de las autopistas, esto se vuelve más complejo, ya que hasta la definición que se le pueda dar en esa misma ley puede llegar a venir fuertemente condicionada por los estándares internacionales del momento, especialmente si la autopista en cuestión forma parte de un itinerario europeo.
Sigue estando permitido construirlas sobre las carreteras antiguas, aprovechándolas para una de las plataformas, simplemente reasfaltando encima y/o ampliando el gálibo, aunque en la actualidad es solo "un recurso ante la necesidad".
También pueden reducir el uso del transporte público, lo que conduce indirectamente a una mayor contaminación.
Estos carriles ayudan a reducir el número de coches en la autopista y por lo tanto reduce la contaminación y la congestión del tráfico promoviendo el uso del carpooling para poder utilizar estos carriles.
Sin embargo, tienden a requerir carriles dedicados en una carretera, lo que los hace difíciles de construir en zonas urbanas densas donde son los más eficaces.
Para abordar la fragmentación del hábitat, los cruces de vida silvestre se han vuelto cada vez más populares en muchos países.
Los cruces de vida silvestre permiten a los animales cruzar con seguridad las barreras humanas como las carreteras.