En el año 2007 la población urbana del planeta superó a la rural por primera vez en la historia.
El proceso de urbanización global ha avanzado rápidamente durante las últimas seis décadas.
En cuanto a la relación con los individuos citan que los ingresos tienden a ser más altos en las ciudades que en las áreas rurales;[5] la calidad de vida es mejor pues los gobiernos pueden aplicar eficientemente programas en gran escala en áreas como comunicaciones, transporte, agua potable, sanidad y tratamiento de residuos.
Los que están en contra citan a su vez el impacto en el ambiente y la calidad de vida: la contaminación en las ciudades es mayor debido al tráfico, la congestión de vehículos y la recolección deficiente de residuos; las ciudades muchas veces exceden la capacidad natural de absorber los desechos lo que perjudica la salud; las ciudades demandan tierra, agua y recursos naturales que son desproporcionadamente altos que la superficie que ocupan debido a los altos ingresos y consumos y al gran tamaño de la población.
[7] También citan efectos sobre la pobreza, pues la urbanización está vinculada con el aumento de la pobreza urbana; la gran desigualdad en las ciudades; los pobres viven en asentamientos informales hacinados y en malas condiciones debido a que los costos de vivienda son elevados y además en estos lugares existen problemas relacionados con la salud, a la malnutrición, la mortalidad infantil, la escolaridad primaria.
Este fenómeno tiene dos aspectos: el primero es el proceso por el cual la población aumenta radicalmente en las ciudades -proceso de urbanización- frente a la población rural; el segundo se produce por la preeminencia de ciudades o metrópolis -generalmente consideradas ciudades primadas-[8] que absorben la población de todo un páis o territorio ya que se constituyen en centros económicos atractores frente a una periferia rural, desindustrializada y generalmente empobrecida y envejecida.
Sin embargo desde mediados del siglo XX se produce una cambio tecnológico acelerado y el fenómeno de la globalización, que acentúan e incentivan los flujos migratorios entre regiones, países y ciudades, que tienen como destino final preferente a ciudades de gran tamaño donde se ofrecen más oportunidades laborales y vitales.