Primero los galos (antiguo pueblo céltico que vivía originalmente en Galia, provincia del Imperio romano) aprendieron la lengua latina, propia de los conquistadores romanos, pero a la vez aportaron rasgos fonéticos y fonológicos, y palabras celtas al latín.
[6] Durante el transcurso del siglo XIX esta cifra cayó significativamente.
Sin embargo, el chino cantonés no ha seguido dicha tendencia a la sustitución, por lo que esa lengua se sigue hablando ampliamente en Hong Kong y Macau, así como en la provincia de Guangdong donde la población ha retenido ampliamente sus variedades locales, al mismo tiempo que ha aceptado el chino estándar como lengua de comunicación con el resto de China.
Este fenómeno ha afectado en distintos grados a los territorios donde se han hablado otras lenguas, como por ejemplo el antiguo Reino de León (asturleonés), Aragón (navarroaragonés), Cataluña, Comunidad Valenciana e Islas Baleares (catalán-valenciano-balear), Galicia (gallego) o el País Vasco y Navarra (euskera).
La profundidad de esta sustitución lingüística varía, entre un estado avanzado en Asturias o Aragón, cuyas variedades lingüísticas nativas están próximas a la extinción, y otras zonas como Cataluña o el País Vasco, donde la identificación entre identidad y lengua regional ha contribuido a su conservación.
En el siglo XIX comenzó en la ciudad de Alicante y en el siglo XX en toda la Comunidad Valenciana, con incidencia mayor en los núcleos de mayor crecimiento como las tres capitales y ciudades como Elche, Benidorm o Sagunto.
En Extremadura el portugués de Olivenza también experimentó un importantísimo retroceso desde su anexión a España.
Calvin Veltman (Language Shift in the United States, 1983) ha tratado ampliamente el asunto del cambio de lengua en numerosos grupos inmigrados a Estados Unidos.
Un estudio basado en datos obtenidos por la Oficina del Censo (Bureau of the Census) muestra que las tasas de cambio y asimilación han ido aumentando en los últimos 50 años en los Estados Unidos.
Las lenguas indígenas norteamericanas han ido perdiendo hablantes continuamente desde al menos finales del siglo XVIII.
La lengua indígena con mayor número de hablantes es el navajo una lengua atabascana que tiene unos 179 mil hablantes, localizados principalmente en Arizona, Nuevo México y Utah, además de algunos pequeños enclaves a lo largo del país.
La situación lingüística se mantuvo relativamente inalterada hasta la revolución francesa en 1789, por lo que el holandés había ocupado las principales funciones comunicativas y fue la lengua de cultura durante el siglo XVIII.
Las principales ciudades pasaron a ser predominantemente francófonas hacia el final del siglo XIX.
Sin embargo en el campo, muchas escuelas primarias continuaron enseñando en holandés hasta la Primera Guerra Mundial, y la Iglesia católica continuó predicando y enseñando el catecismo en flamenco en muchas parroquias.
En el campo, la sustitución lingüística del flamenco se completó en la década de los años 1930.
[12] Por esa razón, en las próximadas décadas se da por segura la desaparición del flamenco en Francia.
Sin embargo, debido al uso en los medios y otros factores como la urbanización, los hablantes más jóvenes pasaron del kinaray-a a hiligainón, especialmente en las localidades de Cabatuan, Santa Bárbara, Calinog, Miagao, Passi City, Guimbal, Tigbauan, Tubungan, etc.
En esta última provincia la "hiligainización" es un asunto controvertido, especialmente en su capital San José de Buenavista.
Se impuso la idea de que ciertas regiones del país oficialmente designadas como Gaeltachtaí, tendrían especial protección y serían áreas desde las cuales se expandiría el uso del irlandés por toda la isla.
Sin embargo, el número de personas que hablan irlandés como primera lengua ha ido decreciendo continuamente desde la independencia, aunque el número de los que lo tienen como segunda lengua ha aumentado.
[18][19][20][21] Actualmente existen unas 72 mil personas que lo usan diariamente fuera de los contextos educativos.
Fuera de Irlanda quedan algunos pocos hablantes en Gran Bretaña, Canadá (en Terranova), en los Estados Unidos y otros países.
Sin embargo, los idiomas coloquiales en diferentes partes de Italia eran las diversas lenguas romances desarrolladas autóctonamente en los varios Estados italianos preunitarios.
La tendencia de las generaciones jóvenes es a usar nuevas formas mixtas tomadas del inglés o el italiano, para construir neologismos en maltés.
Por ejemplo, la palabra maltesa para 'biblioteca' originalmente era bibljoteka, pero actualmente ha sido desplazada por la forma librerija, del inglés library ('biblioteca'), con una terminación italiana.
La sustitución hacia el español se dio especialmente durante el siglo XX con la mejora de la red de carreteras y la educación pública garantizada que inicialmente se impartía exclusivamente en español.
En la actualidad, la población hablante de lenguas indígenas en México no es conocida con precisión.
La mayor parte de esa población se concentra en la región centro y sur del país.
Entre la comunidad china de Singapur, hubo además un cambio secundario desde diversas lenguas siníticas hacia el mandarín estándar.
Sin embargo, desde finales de los años 1990, ha habido un reavivado interés por el francés en Vietnam.