Las tensiones culminaron en violentos estallidos como lo fue el Domingo Sangriento de Marburg (actual Maribor), en Baja Estiria; y continuaron hacia el sureste con combates entre grupos paramilitares.
Tales peticiones fueron rechazadas por el Landtag provisional carintio, cuya asamblea declaró la adhesión de la zona al territorio austriaco.
[2] Con la ocupación del sureste de Carintia por parte las tropas yugoslavas, las confrontaciones iniciales derivaron en violencia armada.
Arthur Lemisch, Gobernador provisional del lander optó por las armas para proteger el sureste de la frontera en la cordillera.
Para determinar la anexión del territorio en disputa, se organizó un referéndum en el que debían participar ambas comunidades.
Los cambios realizados en los registros electorales permitieron que los votantes de la Zona B votasen en la A reforzando la postura austriaca.
Durante las siguientes décadas, ambas partes continuarían interpretando e instrumentalizando las circunstancias plebiscitarias según sus puntos de vista.
[3] Acto seguido, las tropas militares se desplazaron a la zona y ocuparon varias poblaciones.
[4] Al mismo tiempo, en Maribor, se reportaron varios disturbios que tenían como objetivo: comercios regidos por ciudadanos de etnia germana.
También eran frecuentes las manifestaciones, tanto en la ciudad como en los alrededores, desde donde se hizo llamamientos a ignorar las leyes austriacas.