Por su parte el núcleo sintáctico es la palabra que da sus características básicas a un sintagma y es por tanto el constituyente más importante o de mayor jerarquía que se encuentra en su interior; a modo ilustrativo: un sintagma es nominal porque es la proyección máxima de un nombre (o sustantivo), y así sucesivamente.
Los sintagmas son constituyentes sintácticos con una estructura interna articulada que podemos reconocer.
[1] "Al sintagma se le entiende como una entidad gramatical, no una semántica"[2] ya que es "considerada como una unidad intermedia entre "palabra" y "oración".
Para los grupos de palabras en este nivel analítico, se emplea el término "sintagma".
A diferencia de la oración, los sintagmas no poseen una entonación específica (al menos en español).
Desde el punto de vista jerárquico, un sintagma es un constituyente sintáctico inmediatamente superior al constituyente no-sintagmático, que a su vez es el rango inmediatamente superior a la palabra y al núcleo sintáctico.
Un sintagma puede ser obligatorio por haber sido seleccionado por un núcleo sintáctico (por ejemplo un verbo transitivo requiere un SD, SN o pronombre como complemento, una preposición requiere un SN o SD, etc.).
A ese sintagma se le denomina argumento o complemento sintáctico.
El sintagma no seleccionado por el predicado es siempre opcional y se le denomina adjunto sintáctico.
Por tanto, si la letra X se utiliza para designar algún tipo de núcleo (N = nombre, adjetivo o pronombre; V = verbo, P = preposición,...).
En cuanto al sintagma exocéntrico actualmente está muy discutido, incluso se ha propuesto la hipótesis de endocentricidad generalizada.
"Denominaremos sintagma nominal al constituyente que se agrupa o articula en torno a un nombre[1]".
El sintagma adjetival es al que se articula en torno a un adjetivo.
[1] Su estructura es :(CUANTIFICADOR) + NÚCLEO + (COMPLEMENTO DEL ADJETIVO) En español el sintagma adjetival o SAdj.
Los sintagmas funcionales son aquellos cuyo núcleo sintáctico no tiene en general un significado léxico, sino que es simplemente: En la moderna teoría se ha llegado a proponer que las estructuras sintácticas pueden agruparse en tres niveles de los que cada uno contiene diversos tipos de sintagmas: Diversos hechos sintácticos relacionados con los auxiliares, los hechos de las lenguas V2 y la posición de clíticos, llevaron a postular que existía una posición estructural relacionada con aspectos codificados morfológicamente en las formas verbales, que requieren restricciones de orden peculiares.
Otro conjunto de hechos que se ha explicado mediante el sintagma complementante es la posición estructural que ocupan los interrogativos que en muchas lenguas ocupan las posiciones iniciales de las oraciones interrogativas, también se puede explicar como es posible la inversión de sujeto y verbo en ciertas oraciones interrogativas totales.
La gramática tradicional coloca a la partícula negativa «no» en una categoría diferente a la de otras palabras negativas («nunca», «nadie», «nada»), pero esos elementos en muchas lenguas tienen restricciones de aparición conjunta que requieren introducción de reglas adhoc, que no siempre parecen naturales.
En la lingüística estructural inaugurada por Ferdinand de Saussure, este observa (como si fueran ejes de coordenadas cartesianas) dos ejes elementales constituyentes del lenguaje: el eje sintagmático (basado en palabras o, directamente, en significantes) y el eje paradigmático o metonímico constituido por una cadena de significantes con un posible significado en común que le da sentido.