Además, la Iglesia católica tardaba en consagrar la independencia de Portugal con una bendición.
Con Coímbra como centro del país, Sancho I no continuó las guerras fronterizas por la posesión de Galicia y se volvió contra los musulmanes localizados al sur.
[4] Esta ciudad era importante centro económico y administrativo con una población estimada de 20.000 personas.
Sancho ordenó fortificar la ciudad y la construcción de un castillo que se conserva hoy en día.
[4] Sancho I dedicó muchos esfuerzos a la organización política, administrativa y económica de Portugal.