Retenido en Péronne mientras Luis tomaba posesión de estas ciudades, el matrimonio pudo, finalmente, entrar en Gante, pero los habitantes le cerraron sus puertas porque consideraban que su condesa había sido “vendida” por Felipe Augusto a Fernando.
Poco después el matrimonio pudo entrar en Gante cuyos habitantes aceptaron pagarles una suma a título de compensación por los perjuicios causados.
La expedición inglesa desembarcó en Damme, donde Fernando juró fidelidad al rey Juan, pero tuvo que replegarse; Felipe Augusto destruyó el puerto, tomó Lille y, finalmente, Gante.
Las tropas francesas se retiraron tras las derrotas sufridas frente al castillo de Erquinghem y en Lille.
En aquel momento Luis tuvo que abandonar y regresar a Francia para combatir a Juan sin Tierra que se había apoderado de Poitiers y avanzaba con sus tropas hacia Angers.
[1] La coalición resultó derrotada; agotado, Fernando, se rindió frente a Hugues de Marcuit, Otón huyó.
Su corazón y sus entrañas fueron sepultadas en la catedral de la ciudad, en tanto que su cuerpo fue enterrado en la abadía de Marguette donde Juana hizo construir un mausoleo para ser enterrada tras su fallecimiento junto a Fernando.