[a] La plaza estaba desguarnecida porque el caballero al mando se había largado con todas las tropas disponibles para realizar una incursión en busca de provisiones.
Pese al escepticismo de algunos historiadores modernos, ver a mujeres peleando en las murallas de un castillo o una ciudad amurallada es un hecho bélico muy bien documentado en innumerables asedios desde la Edad Antigua hasta nuestros días.
Poco después acudió a socorrer la localidad sitiada Gonzalo Yáñez, hijo del conde Gómez, acompañado de setenta caballeros, al tiempo que el rey Fernando III ordenaba a Álvaro Pérez de Castro, a Alfonso Téllez de Meneses, y a los Maestres de las Órdenes de Santiago y Calatrava, que acudiesen junto a sus huestes en socorro de la localidad sitiada, que se vio libre del cerco musulmán cuando las tropas de Álvaro Pérez de Castro y sus acompañantes rompieron el cerco, obligando a huir a los musulmanes sevillanos, que no obtuvieron ninguna ganancia territorial con la empresa.
[1] Su matrimonio con Álvaro Pérez de Castro fue anulado en 1228 al retornar la condesa Aurembiaix a Urgel para reivindicar sus derechos sucesorios frente a Guerau IV de Cabrera.
Fue entonces cuando el rey de Aragón emprendió acciones contra los Cabrera, pero la nobleza de Urgel llegó a un compromiso con el conde, temerosos de una posible unión matrimonial Urgel-Aragón.