Primer gobierno de Tomás Cipriano de Mosquera

El tratado fue firmado por los cancilleres Manuel María Mallarino, y el emisario estadounidense Benjamin Bidlack, enviado por James K. Polk.

El sector ministerial (los futuros conservadores) le ofreció su respaldo electoral a Tomás Cipriano de Mosquera, quien resultó elegido, venciendo al liberal Eusebio Borrero, y al disidente ministerial, el poeta Rufino Cuervo.

En septiembre de 1846 Tomás Cipriano de Mosquera dio el control económico de su administración a Florentino González,[2]​ quien desde su posesión anunciaba cambios previstos en la nueva política gubernamental, líderes y representantes coincidían en cambios urgentes sobre el sistema tributario y nuevas estrategias que favorecieran ingresos nacionales aumentando las exportaciones, inversiones con capital extranjero y mejoras en la infraestructura que era la mayor preocupación.

Sin embargo desestimaron posibles consecuencias sobre el mercado interno y efectos sobre la producción nacional de manufacturas.

Las reformas propuestas por González dejaban al artesanado relegado a un papel retrogrado, en donde eran vistos como estorbos para la puesta en marcha de la “civilización” en el país.

El sector liberal se fragmentó en dos partes: comerciantes a quien llamaban Gólgotas, que estaban de acuerdo con las políticas del librecambio y socialistas, los artesanos Draconianos quienes defendían el proteccionismo.

El proyecto liberal, proclamó la supresión de resguardos, ejidos y barreras proteccionistas para dar paso al libre cambio.

[14]​ Una nueva constitución fue aprobada ese mismo año, la cual inició un cambio de filosofía gubernamental para el país que reflejaba las ideas liberales tendientes cada vez al federalismo.

Relieve del Capitolio, que muestra la bendición de la primera piedra de la construcción, con los hermanos Mosquera (Tomás Cipriano como presidente, y Manuel José como arzobispo), Bogotá.