Oh Father

[4]​[5]​ La cantante remarcó la última vez que vio a su madre en el funeral: «Lucía muy hermosa y recostada como si estuviese durmiendo en un ataúd abierto.

[1]​ En una entrevista con la revista Interview en mayo de 1989, comentó que su madre había soportado su enfermedad para no asustar a sus hijos: Tras su fallecimiento, la señora Ciccone fue «silenciada simbólicamente».

[6]​[9]​ De hecho, cuando se trasladó a Nueva York para iniciar su carrera artística, pasó cinco años sin comunicarse con él;[11]​ aun así, bajo esa misma rabia, seguía anhelando su aprobación y aceptación.

[8]​ Sobre su madrastra, le había resultado difícil aceptarla como una figura materna y la «nueva mujer número uno en la vida de mi padre».

[15]​ Trabajó con los productores Patrick Leonard y Stephen Bray, sus principales colaboradores creativos que habían coproducido su anterior álbum de estudio, True Blue (1986).

[13]​ Así, Leonard componía la música durante las mañanas, en tanto que Madonna buscaba inspiración emocional de sus experiencias recientes y trabajaba en las letras por las tardes.

[19]​[27]​ En ese marco, «Oh Father» refleja el vínculo «problemático» y «tenso» entre ambos a raíz de la pérdida que habían compartido.

[16]​[83]​[84]​ En la segunda estrofa, adopta una actitud hacia su padre similar a la poetisa Sylvia Plath y recita los versos Seems like yesterday / I lay down next to your boots and I prayed / For your anger to end / Oh Father I have sinned («Parece que fue ayer cuando me acosté junto a tus botas y recé para que tu ira acabara; oh, padre, he pecado»);[83]​[85]​ de esa manera, combina la religión y la «experiencia de vida» que tiene el título del tema.

[118]​ El autor Karl Vorderman, en su libro A Concise Guide to Eighties' Music (2008), aseguró que muchos de sus fanáticos jóvenes podrían sentirse identificados con la letra.

[138]​ Posteriormente, ambos sellos lo publicaron oficialmente como el cuarto sencillo del álbum,[139]​ tras «Like a Prayer» en marzo de 1989, «Express Yourself» en mayo y «Cherish» en agosto.

[213]​ El autor Karl Vorderman la eligió como la canción del mes y lo denominó un número «épico muy superior a muchos de sus mayores éxitos en ventas».

[220]​ Según Kenneth Partridge de Billboard, dejaba «poco a la imaginación» y, aunque no era un tema «para sentirse bien», había resonado entre los oyentes.

[227]​ Stephen Holden de The New York Times también elogió la orquestación «grandilocuente» y la «rabia triunfal» con la que Madonna canta el estribillo.

[234]​ Fernando Chaves Espinach —del periódico costarricense La Nación— aseguró que «las letras honestas y su voz más madura hicieron de canciones» como «Oh Father» «éxitos seguros».

[252]​ Un redactor del periódico colombiano El Tiempo resaltó que «artistas más pequeñas nunca habrían tenido la capacidad ni la audacia para extender las fronteras de la balada, incluyendo una canción tan resonante y reveladora como "Oh Father"».

[256]​ Para Paul Attard, cuando entona «quizás algún día, cuando mire atrás, podré decir que no quisiste ser cruel», no era la frase más «profunda» del álbum, pero sí la «más poderosa personalmente», porque creaba «un sentimiento tan emancipador» en el que llegaba «finalmente a un acuerdo con su propia soberanía como mujer independiente».

[264]​ Si bien aprobó el arreglo de cuerdas, Matthew Jacobs del HuffPost concluyó que «era algo aburrida entonces y sigue siéndolo ahora».

[296]​ Fue él quien había convencido a la cantante de que lanzara «Oh Father» como sencillo y así poder dirigir un videoclip.

[318]​ Cronenweth recordó que la cantante se implicó bastante en la evolución creativa del vídeo «no solo en su propia actuación, sino en conseguir buenas interpretaciones» de la niña.

De hecho, Fincher le permitió dirigir las secuencias en la nieve con su yo más joven: «David se apartó y dejó que todo sucediera, porque esa niña era Madonna».

[334]​[336]​ En el funeral, la niña se acerca al ataúd abierto para despedirse de ella y nota que sus labios están cosidos.

[21]​ Para Russell Brown de la revista Select, era todo lo que «Papa Don't Preach» no pudo tener, es decir, «muerte, metáfora y muchos crucifijos».

[315]​ Adam White de The Independent aprobó la «fructífera» colaboración creativa entre ambos y señaló que el director «captó su vulnerabilidad como nadie».

[359]​ La escena del funeral de la madre, donde pueden apreciarse sus labios cosidos, ha sido ampliamente resaltada por la crítica por su tono «inquietante» y «escalofriante».

[335]​ En un comentario dispar, Antti Alanen e Ilppo Pohjola, en su libro Sähköiset unet (1992), expresaron que, aunque era «dolorosamente personal», no dejaba de ser un vídeo ficticio.

Por último, la autora resaltó que el vídeo también funcionaba musicalmente al «subrayar tanto la calidad irregular de su voz como la disposición rítmica».

[398]​ En su evaluación al concierto en Japón, Keith Cahoon de Rolling Stone expresó que la artista «se volcó hacia su obsesión por el sexo y la salvación católica».

[380]​ Por el contrario, Eduardo Viñuela afirmó que tanto «Live to Tell» como «Oh Father» eran «canciones difíciles de defender en directo al ser tan lentas, graves y contenidas».

[411]​[412]​ Para esta ocasión, se añadieron un piano, un bajo y campanillas que «realzan el tema, pero sin resultar innecesarias ni extravagantes».

[431]​ Por el contrario, Erin Lyndal Martin de PopMatters no quedó conforme debido a la «música sensiblera y una voz sorprendentemente débil».

La muerte de la madre de Madonna había dejado cicatrices emocionales muy profundas en ella y marcó el «momento decisivo» de su infancia. En la imagen, la cantante durante un concierto en 2023 mientras de fondo se aprecia una fotografía de su madre
«Oh Father» es un homenaje a la obra del dúo estadounidense Simon and Garfunkel , una de las primeras influencias musicales de Madonna
La letra ha sido vista tanto como una carta de amor hacia el padre de Madonna (fotografiado en 2009) como una acusación contra él
En la imagen, David Fincher , director del videoclip de «Oh Father»
El videoclip generó una serie de análisis y comentarios sobre su naturaleza religiosa; el estudioso Mark D. Hulsether opinó que Madonna cuenta la trama a través de una «elaborada comparación de un padre literalmente abusivo, sacerdotes católicos y la primera persona de la trinidad cristiana » (como en la imagen)
Según Eric Diaz del sitio Nerdist, la representación de un padre alcohólico y maltratador en el videoclip estaba dirigido al actor Sean Penn (imagen), exesposo de Madonna
El francés Jean-Paul Gaultier fue uno de los diseñadores que confeccionó la túnica negra que lució Madonna durante la interpretación de «Oh Father» en el Blond Ambition World Tour (1990)
Madonna interpretando «Oh Father» en uno de los conciertos del Blond Ambition World Tour