Complejo de Edipo

[3]​ Freud describió tres constelaciones distintas en las que se puede presentar el conflicto edípico: La teoría de Freud distingue en el desarrollo psicosexual de los niños tres etapas principales: la oral, la anal y la fálica.

El concepto también ha suscitado desde su origen muchas críticas, tanto internas, entre las diferentes escuelas de psicoanálisis, como desde otras disciplinas y corrientes teóricas.

El término complejo (del latín complectere: abrazar, abarcar; participio perfecto: complexum) es un término que indica un conjunto que totaliza, engloba o abarca una serie de partes individuales (hechos, ideas, fenómenos, procesos).

La introducción y uso original del término se le atribuye a Carl Gustav Jung.

Edipo, creyendo que sus padres eran quienes lo habían criado, decide no regresar nunca a Corinto para huir de su destino.

La primera vez que el complejo de Edipo aparece mencionado en la obra freudiana es en 1910,[6]​ aunque existen razones para suponer que cuando Freud se refiere en 1908 a los “conflictos nucleares” (Kernkonflikte)[7]​ ya está aludiendo a la conflictiva edípica.

Se puede decir entonces que el Edipo, en distintos estados de desarrollo como concepto, estuvo desde siempre en la obra freudiana.

Un día los machos jóvenes de la horda primitiva deciden rebelarse contra el padre, lo asesinan y se comen su cadáver.

El arrepentimiento y los sentimientos de culpa que surgieron tras el asesinato los llevaron a instaurar un nuevo orden social basado en la exogamia, es decir, en la prohibición (o tabú) de poseer a las mujeres del clan, al tiempo que instauraron el totemismo (tabuización de dar muerte al tótem (figura que sustituye simbólicamente al padre)).

En la niña, la ausencia de pene es percibida como un daño que, según el psicoanálisis, ella misma intentará negar, compensar o reparar durante su desarrollo.

[11]​ Cuando ve la falta en una niña, advierte la posibilidad de la castración pero la amenaza adquiere su efecto con posterioridad (nachträglich, en el original en alemán).

[12]​ El concepto original de Freud ha sido recogido y aplicado con distintos matices y modificaciones por diversas orientaciones del psicoanálisis, como asimismo por otras escuelas psicológicas ajenas a este, ya sea como modelo explicativo válido del desarrollo psicosexual del niño o bien como elemento estructural de la formación de la personalidad.

Jacques Lacan hace una lectura diferente del concepto freudiano y lo reconstruye en varios aspectos esenciales.

Ocurriría entonces una idealización del pecho bueno (la madre buena) y una dirección de la agresión hacia el pecho malo, que se transformará en el prototipo de todas las relaciones objetales frustrantes posteriores.

[14]​[15]​[16]​ La universalidad cultural del complejo de Edipo también ha recibido objeciones desde otras disciplinas y por investigadores ajenos al psicoanálisis.

Este rechazo natural al incesto puede ser un claro factor evolutivo, puesto que la consanguinidad aumenta gravemente el peligro de malformaciones y enfermedades congénitas.

Por tanto, concluyó que la primera premisa de la teoría edípica —la naturalidad del deseo incestuoso— es errada".

H. Harcourt, zoóloga británica, ha comprobado la evitación del incesto madre-hijo en los gorilas que ha tenido bajo estudio en Ruanda.

[5]​ Desde la teoría feminista, la trabajadora social Florence Rush nombra el ocultamiento del abuso infantil como encubrimiento freudiano.

Michelle Scalise Sugiyama (2001) señala que: Pero sin duda la evidencia más convincente es un cuerpo de datos recogidos por investigadores independientes desde 3 poblaciones humanas culturalmente distintas.

Estos datos indican abrumadoramente que la gente no desarrolla deseos sexuales hacia los familiares de su infancia.

Los siguientes estudios de kibutzim arrojaron resultados similares: ningún matrimonio y muy pocas relaciones sexuales extramaritales entre sabras (Parker).

Su investigación reveló un patrón interesante: no encontró ningún matrimonio entre personas que hubiesen sido miembros del mismo kibutz durante la niñez temprana (0 a 6 años de edad), solo 8 matrimonios entre personas que habían sido miembros del mismo kibutz durante la niñez tardía (6 a 12 años de edad), y solo 9 matrimonios entre personas que habían estado en el mismo kibutz durante la mayor parte de su adolescencia (12 a 18 años de edad).

Reveladoramente, Shepher encontró solo un caso de actividad heterosexual entre adolescentes que habían sido miembros del mismo kibutz, y en este caso el varón no había entrado al kibutz hasta que él tuvo 10 años de edad.

Otro “experimento natural” que apoya la hipótesis de Westermarck fue reportado por Arthur Wolf, quien, junto a su colega Chieh-shan Huang, estudió matrimonios simpua en Taiwán.

En el matrimonio simpua, una pareja es prometida en la infancia, y la destinada-a-ser-novia es criada en la casa de su futuro marido.

Forbas , el pastor que rescata y salva la vida del lactante Edipo y lo entrega finalmente a Pólibo de Corinto . Escultura de Antoine-Denis Chaudet
Edipo se arranca los ojos en la tragedia de Sófocles . (Foto teatral).
Tótem y tabú (1913). Freud argumenta aquí la universalidad del complejo de Edipo.
Salida del complejo de Edipo en la niña: Recibir de regalo un hijo del padre. (Foto:Ross Gorman e hija, aprox. 1920).