Sus teorías cuestionaron ciertos puntos tradicionales del pensamiento de Sigmund Freud, como por ejemplo, que las diferencias psicológicas entre el hombre y la mujer no son producto inherente de la biología humana, sino que deben su origen a diversos factores culturales y sociales.
Karen convivió aquí con sus padres, su hermano (nacido en 1882) y los cuatro hijos del anterior matrimonio de Berndt.
Clothilde, la madre de Karen no amaba a su esposo Berndt, e incluso lo despreciaba, pero se había casado con él por el temor de no tener otra posibilidad, sentimiento que imbuyó en su hija.
Tres años después, fijó su residencia en Hamburgo para realizar los estudios previos de acceso a la Universidad.
Fue apoyada por su madre quien, para sufragar los gastos, alquiló a jóvenes estudiantes algunas habitaciones de la casa.
[4] Karl Abraham fundó en 1910 la primera Asociación Psicoanalítica Alemana con un pequeño grupo al que también perteneció Horney quien, al tiempo que adquiría su entrenamiento psicoanalítico, asistía a su psicoanálisis personal, con una frecuencia de seis sesiones por semana con Abraham.
En 1915, en plena guerra mundial, fue nombrada secretaria de la Asociación Psicoanalítica Alemana, con sede en Berlín.
En 1927 se produjo la ruptura con Oskar, aunque el divorcio oficial no tendría lugar hasta inicios de 1937.
En 1937 publicó La personalidad neurótica de nuestro tiempo, obra que llegó a ser un auténtico best-seller.
[13][12][14] La primera fase de su obra, la etapa psicoanalítica propiamente tal, abarca hasta su partida a EE.
Aunque jugaba un papel clave en el desarrollo teórico, a corto andar comenzó a mostrar ciertas disconformidades con el modelo psicoanalítico clásico, con las tesis de Freud, de Abraham y Deutsch.
Horney se opuso a la orientación biologicista de Freud y revalorizó los descubrimientos sociológicos del maestro.
En 1937 publicó La personalidad neurótica de nuestro tiempo, que llegó a ser un auténtico best-seller.
Frente a El malestar de la cultura de Freud (1930), Horney planteó una actitud optimista muy acorde con la mentalidad del pueblo norteamericano, defendiendo que el sufrimiento psíquico humano era fruto de conflictos entre el individuo y la sociedad, que los padres podían atenuar o evitar si trataban adecuadamente a sus hijos, gracias a lo cual éstos podrían desarrollar una personalidad armónica y bien adaptada.
Y si tal hostilidad se prohíbe, terminará siendo reprimida, aunque se mostrará en fantasías de daño personal y en conductas sociales desajustadas, todo lo cual sería la cuna de la angustia básica.
Karen creó entonces la Asociación para el Avance (Progreso) del Psicoanálisis (AAP), que no fue reconocida por la Asociación Psicoanalítica Americana (APA), a pesar de que formaban parte de ella figuras como Erich Fromm, Harry S. Sullivan y Clara Thompson o que asistieran a dictar cursos y conferencias Margaret Mead, Franz Alexander, Abram Kardiner, Abe Maslow y otras figuras del momento.
En 1942 vivía en una nueva casa, teniendo como secretaria, enfermera y amiga a Gertrude Lederer-Echardt, suegra de su hija Marianne.
En 1944, Karen se va de vacaciones a Cuernavaca (México), donde por entonces vivía su hija Renate Bolongaro-Crevenna (1916-2009).
Karen Horney, una pionera de la ruptura con el modelo freudiano para explicar la psicología femenina y el desarrollo humano sano y neurótico Tras ser expulsada del New York Psychoanalytic Institute (Instituto psicoanalítico de Nueva York) en 1941, organizó un nuevo grupo, la Association for the Advancement of Psychoanalysis (Asociación para el Desarrollo del Psicoanálisis).