Teoría de la seducción

En ese período de su desarrollo teórico, planteó que los recuerdos del abuso o del acoso sexual habrían sucumbido tempranamente a la represión, pero podían recuperarse mediante el tratamiento psicoanalítico y lograr que devinieran conscientes, posibilitando así la remisión de los síntomas neuróticos y la cura del paciente.

El río Nilo fue siempre una fuente inagotable de recursos debido a su potente fertilidad.

Durante años el origen del río Nilo había sido un misterio para los investigadores y científicos.

El hecho de que un médico hablase con sus pacientes mujeres sobre escenas sexuales infantiles era un escándalo en la época victoriana.

La postura oficial sostenida por los científicos en ese momento era que los niños inventaban esas historias de abuso sexual infantil.

Eduard von Hofmann, profesor de medicina legal en la Universidad de Viena entre 1875 y 1897, afirmaba que las histéricas tenían una tendencia patológica a inventar historias y a relatar mentiras, sobre todo en sus acusaciones sexuales.

En 1897 le escribió a Fliess «ya no creo en mi Neurótica» —es decir, en mi teoría de la neurosis— contradiciendo así la tesis explicativa del trauma y sumando la fantasía a su nueva hipótesis al develar el valor psíquico que ésta tenía en la vida anímica de los neuróticos:

La renuncia a la teoría de la seducción significó un salto cualitativo en el desarrollo del psicoanálisis.

[1]​ La medida alcanzada por este viraje explicativo y las razones que motivaron a Freud para dar este paso son, hasta el día de hoy, aspectos controvertidos en el psicoanálisis.

Por un lado, se postula que el cambio hacia la nueva explicación —que clasifica estas vivencias como fantasías que respondían a deseos inconscientes— es absoluto, definitivo y con base en nuevos hallazgos clínicos.

Por otra parte, hay autores que consideran este viraje como un producto forzado por las presiones que la comunidad científica ejerció en su momento y postulan que Freud personalmente habría mantenido su teoría de la seducción como elemento importante en la etiología de la neurosis, al menos como explicación para una parte importante de los casos.

Algunas de estas cartas habían sido censuradas por Heinz Hartmann, Ernst Kris y Rudolph Loewenstein en la primera edición cuando fueron publicadas en 1950.

Sigmund Freud junto a su amigo Wilhelm Fliess , con quien comentó profusamente los fundamentos de la teoría de la seducción y las razones para su posterior viraje teórico (fotografía de 1890)