[6] La obra se centra en la literatura contemporánea rusa, con autores -varios de ellos exiliados- nacidos entre 1964 y 1990.
[7] Participaron escritores como Slava Mogutin, Margarita Meklina, Vasili Chepelev o Sergei Finogin, con textos inéditos en español.
[10] En su catálogo figura asimismo Imre: una memoria íntima de Edward Irenaeus Prime-Stevenson, primera novela gay con final feliz que se publicó en inglés en 1906 y nunca había sido traducida al castellano.
Así, Luis Antonio de Villena escribió sobre el servicio militar, Eduardo Mendicutti acerca de un torero homosexual (pese a que al autor le repugna la fiesta de los toros[13]), Luisgé Martín sobre el fútbol, Lluís Maria Todó sobre los boy scouts en la Cataluña de los años 60, Fernando J. López sobre la homofobia en la Educación Secundaria, Óscar Esquivias sobre catequistas católicos,[13] Luis Cremades sobre un coro parroquial,[13] Lawrence Schimel sobre el flamenco, José Luis Serrano acerca de la homosexualidad en el proletariado, Óscar Hernández Campano ambienta su historia en un caserío del País Vasco y Álvaro Domínguez Rodríguez-Volta sobre una familia conservadora.
[22] El libro de relatos Ábreme con cuidado (2015) planteó el reto de homenajear a grandes figuras literarias femeninas (Natalie Clifford Barney, Patricia Highsmith, Virginia Woolf, Marguerite Yourcenar, Aphra Behn, Carson McCullers, Elizabeth Bishop, Emily Dickinson y Gloria Fuertes) convirtiéndolas en protagonistas de cuentos inéditos de otras tantas autoras españolas: Isabel Franc, Clara Asunción García, Pilar Bellver, Carmen Samit, Gloria Fortún (quien prologa la obra), Lola Robles, Carmen Nestares, Carmen Cuenca y Gloria Bosch Maza.
Entre otros colaboradores, figuraban obras del alcalde Enrique Tierno Galván, la fotógrafa Ouka Leele o el cineasta Pedro Almodóvar (entre los representantes de los tiempos de la Movida madrileña) hasta los más jóvenes, como la poeta Ariadna G. García, el ilustrador Miguel Navia o el artista Abel Azcona.
Según Luisgé Martín, respecto a la obra de generaciones anteriores (simbolizada en la antología Lo que no se dice), los más jóvenes han abandonado el planteamiento problemático de su homosexualidad, se cuestiona la división por géneros, las transexualidad para a ser un argumento principal (vivida con el rechazo social que antes se reservaba a la homosexualidad), aumenta el número de autoras, no hay humor y los cuentos dejan de aspirar al modelo narrativo borgeano.
Las ganas por nuevos títulos y el atractivo del conocido dibujante, hacen de este libro un éxito.
El libro entra en varias propuestas de medios como regalo imprescindible para las fiestas navideñas del 2020.