Apodado Babsy, es uno de los directores más importantes y representativos del cine argentino y citado en varias ocasiones como el fundador del cine moderno en su país.
Se casó con la escritora Beatriz Guido, quien adaptó algunas de sus novelas literarias al cine.
Sus películas de corte intelectual marcaron la nouvelle vague del cine argentino y consagraron a actores como Graciela Borges, Bárbara Mujica, Isabel Sarli, Lautaro Murúa, Elisa Christian Galvé, Alfredo Alcón, Elsa Daniel y Leonardo Favio.
Los siguientes títulos en los que trabajó el matrimonio Nilsson-Guido, nuevamente en clave intimista, fueron "El secuestrador" (de carácter neorrealista) y "La caída" (basado en la novela de Beatriz Guido).
Durante varios años el cineasta fue considerado "un mal ejemplo para la juventud argentina".
Aunque siempre se las arregló para poder salir más o menos airoso de cada trance, el director fue blanco del censor Miguel Paulino Tato, quien intentó más de una vez sacarlo del camino.
[4] Entre las numerosas historias relacionadas con las proscripciones que sufrió Torre Nilsson sobresalen dos.
En 1967 su largometraje La chica del lunes obtuvo la calificación de "Prohibida para menores de 18 años"; el realizador hizo una encendida defensa del film, y se estrenó ese mismo año como "Apta para todo público".
Torre Nilsson impulsó las carreras de los realizadores del Primer Nuevo Cine Argentino: David José Kohon, Manuel Antín, Lautaro Murúa, José Martínez Suárez, Alfredo Bettanín, Simón Feldman, Leonardo Favio, Fernando Solanas y Fernando Birri, entre otros, que, a su vez, influenciaron a realizadores del Segundo Nuevo Cine Argentino surgido a fines de los años noventa, como Pablo Trapero, Lucrecia Martel, Adrián Caetano y Martín Rejtman.
Sus películas fueron galardonadas en los festivales de cine más prestigiosos; Cannes, Venecia, Mar del Plata y Berlín, entre otras.