Luego de su liberación, fue repatriada por el Estado Italiano junto a su nuera y sus tres nietas.
Allí inició las campañas de denuncias junto a Lita Boitano.
[2] Al jurar como diputado lo hizo “Por la memoria de la compañera Evita y por todos los caídos en la lucha por la liberación nacional”.
“Al arribar el grupo represivo, compuesto por unas 20 personas, la mayoría de los que se encontraban en el domicilio estaban durmiendo la siesta.
[2] Otros familiares reunidos allí como su madre Juana Ferraro de Bettanin y su esposa, María Inés Luchetti, que se encontraba embaraza a término, fueron conducidos a un centro clandestino de detención donde sufrieron torturas y vejaciones.
También estaban allí su hermana Cristina Bettanin junto a su esposo, Jaime Colmenares Berrios.
Todas fueron detenidas ilegalmente al finalizar el operativo hasta que fueron entregadas a sus familiares días después.
Cristina Bettanín se suicidó tomando una pastilla de cianuro, mientras los represores invadían la casa.
En la casa según algunos testimonios, funcionaba una de las imprentas donde se hacía la revista “Evita Montonera”.
Se casaron en 1971 y el venezolano comenzó a trabajar como periodista fotográfico en diversos medios.
Allí asume como propios los principios de esa organización revolucionaria peronista.
Estudiaba Filosofía en la Universidad Nacional de Buenos Aires y militaba en Juventud Universitaria Peronista.