En su juramento como diputado de la Nación utilizó la frase «La sangre derramada no será negociada».
En junio de 1974 la revista fue clausurada por decreto del presidente Juan Domingo Perón y volvieron a editar otra revista similar, bajo el nombre De Frente, que a los pocos meses también volvería a ser clausurada, esta vez por la presidenta María Estela Martínez de Perón[4].
[5] En enero de 1974, el presidente Juan Domingo Perón convocó a una reunión a los diputados de la Juventud Peronista que estaban en desacuerdo con una reforma del Código Penal.
[6] Ocho de los diputados que representaban a la JP (entre los cuales se encontraba Carlos Kunkel), creyeron que lo más coherente era renunciar, y así lo hicieron.
Los asistentes formaron un cortejo fúnebre para acompañar el féretro al cementerio, en la otra punta de la ciudad.