Facundo, el tigre de los llanos

Para subsanarlo habían llamado a Leopoldo Torre Nilsson como asistente, pero al parecer tampoco completó su tarea.

Entonces fue convocado Carlos Borcosque que poco antes había dirigido Volver a la vida (1951) para San Migue, que se hizo cargo del resto del rodaje y está en los créditos como supervisor, en tanto Torre Nilsson figura en el rubro “Encuadre”.

Si bien esta orientación parece compatible con la del peronismo gobernante en ese momento, algunas partes del guion fueron objetadas por el secretario de prensa y difusión Raúl Apold, ya que el peronismo clásico no reivindicaba a los caudillos provinciales, como algunos pregonan, sino a Sarmiento, Mitre e incluso Roca, militares disciplinados estos últimos que contrastaban con la figura bárbara y fuertemente localista de Facundo.

[1]​ Raúl Manrupe y María Alejandra Portela opinaron que se trató de una película bien narrada.

La única copia de este filme que se ha conservado estaba en el Museo del Cine “Pablo Ducrós Hicken”, en 16mm.