Kenji Mizoguchi

Mizoguchi tuvo dificultades como alumno en la escuela, y pasa a ser aprendiz de pintor sobre tela.

Entra en la industria del cine en 1920 como actor en los estudios Nikkatsu, aunque pronto pasa a ser ayudante de dirección.

Su filmografía de este período está marcada por su compromiso contra el totalitarismo al que se encamina el Japón y su interés por la problemática de las prostitutas, siempre presentes en sus películas.

En esa época vive con el temor de la represión comunista y deja la productora Shichoku en 1950.

[8]​ Vuelve a ser galardonado en 1954 por El intendente Sansho[9]​ y Los amantes crucificados.

Su camino será seguido por Yasujirō Ozu y luego por Akira Kurosawa.

Se le considera hoy en día uno de los maestros del cine japonés junto a Akira Kurosawa, Yasujirō Ozu, Mikio Naruse y Masaki Kobayashi.