[4] Mientras espera un tren que se ha retrasado en una estación de tren, Sōkichi Hata, un profesor de medicina, escucha a otros viajeros hablar sobre una cortesana que se encuentra entre ellos.
Cuando Sōkichi y Osen, que la ve únicamente como una hermana mayor, se quedan sin dinero, ella recurre a la prostitución y al robo para ayudarlo a terminar sus exámenes.
En el hospital, Sōkichi intenta hacerle recordar el tiempo que pasaron juntos, pero Osen, que ha perdido la cordura, no puede reconocerlo, atrapado en los recuerdos de Sōkichi, a quien culpa por haberla olvidado.
Si el hombre le debe todo a la mujer, ésta, dependiente, sacrificada, enamorada más allá del amor, es para Mizoguchi el eje del universo y, para el artista, el motivo esencial de toda pintura».
[8] La película se ha proyectado repetidamente con narración benshi en vivo de Midori Sawato.