Jaime Gómez Velásquez

Aunque se presume que paramilitares y agentes del Estado colombiano estarían involucrados en el hecho, las investigaciones solamente han podido probar el asesinato posterior a la desaparición.

Fue el primero de los 8 hijos que tuvieron Ana Elvia y Luis Enrique.

[3]​ Conforme su influencia política se consolidó, Gómez logró aglutinar sectores divergentes y llevó al sindicato unido en masa a las calles.

Ese cargo lo ejerció durante varios períodos, rompiendo la historia de la agremiación sindical que modificó su agenda y orientación política.

Antes de su asesinato, Jaime se había vinculado a la Campaña Serpa Presidente.

La investigación y la redacción del proyecto son lideradas por Gómez, quien ya había trabajado en otros proyectos de ley de la senadora, que también habían incomodado a sectores políticos radicales.

[12]​[13]​ Durante la época, la exsenadora había denunciado en repetidas ocasiones persecuciones, interceptaciones telefónicas y amenazas contra su vida, por lo cual sostuvo desde el principio que, la de Jaime Gómez, era una desaparición con motivos políticos.

[14]​[15]​ Entre tanto, sus dos hijos y su esposa siguieron acudiendo a instancias gubernamentales, ONG, hospitales y al Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía (CTI) para solicitar ayuda en la búsqueda.

El gobierno nacional en comunicación posterior, en el mes siguiente (abril), enumeró las actividades realizadas para dar con su paradero.

[16]​ Los medios de comunicación llamaron la atención sobre la “misteriosa desaparición del profesor Jaime Gómez"[17]​[18]​[19]​ e hicieron eco de las primeras declaraciones del gobierno afirmando que efectivamente había sido un accidente.

De acuerdo con los abogados y peritos independientes que examinaron el reporte y el cuerpo, el manejo que las autoridades, específicamente el Instituto de Medicina Legal, le dieron al levantamiento de los restos y a la supuesta escena del crimen estuvieron orientados a encubrir evidencias.

El croquis de la escena fue catalogado como inservible porque los restos habían sido manipulados con anterioridad.

[33]​ Después del asesinato de Jaime, Juan Sebastián, su hijo, sale del país y en 2008 lo hace también su hija Diana Marcela quién había seguido al reclamando al Estado el esclarecimiento del caso y fue víctima de amenazas[34]​[35]​ perpetradas por el reducto paramilitar de las Águilas Negras.