La palabra integridad proviene del latín integrîtas, -ãtis[1] (totalidad, virginidad, robustez y buen estado físico), pero el vocablo se deriva del adjetivo integer (‘intacto’, ‘entero’, ‘no tocado o no alcanzado por un mal’).
[2] La integridad se basa en 13 cosas, las cuales son: honradez, honestidad, respeto por los demás, corrección, responsabilidad, control emocional, respeto por sí mismo, puntualidad, lealtad, pulcritud, disciplina, congruencia y firmeza en las acciones.
Se considera íntegro a un individuo cuando es honesto, tiene firmeza en sus acciones y actúa de manera correcta.
Sin embargo, el sentido filosóficamente más importante del término "integridad" se relaciona con el carácter general.
Los filósofos se han preocupado especialmente por comprender qué es para una persona mostrar integridad durante toda la vida.
En otras palabras, existen algunas limitaciones sustantivas o normativas sobre lo que es actuar con integridad.
No solo protege a la persona en su integridad física, sino también moral, para lo que existe el art.