Isabel de Valois (reina de España)

Ya viviendo en España, hubo una fluida correspondencia entre madre e hija, en donde Catalina, le daba consejos de todo tipo (relaciones con su marido, súbditos, medicinas, etc).Pasó sus primeros años en una corte renacentista, llena de lujo, donde el arte predominaba en todos los ámbitos.Pronto aparecería un nuevo proyecto matrimonial que culminaría las ambiciones de su madre, y encima con la nación más poderosa en esos momentos: España.España y Francia eran dos naciones enemigas, ya que ambas buscaban ostentar el máximo poder en Europa.Tras la repentina muerte de Eduardo VI, su prometido sustituto fue el príncipe Carlos, al decidir Francia y España hacer las paces mediante una unión matrimonial.Las dos partes principales renunciaban a algo pero obtenían otra cosa, jurándose perpetua amistad entre reyes, sucesores y súbditos.Estas razones, unidas a la personalidad del príncipe, hicieron que Felipe fuese enfriando las negociaciones.Por otro lado, Carlos quería gobernar los Países Bajos de los Habsburgo como su padre le prometió en 1559, pero la inestabilidad en aquellos territorios unida a la desconfianza del monarca, hicieron que incumpliese dicha promesa, y de hecho ni siquiera lo convocó para tratar la cuestión.[1]​ El padre de Carlos, Felipe II, se había casado con María I de Inglaterra, no tenía ningún sentimiento amoroso hacia ella y solo buscó la alianza matrimonial por intereses políticos y estratégicos.Sin embargo, ella tardó en contestar, y en ese momento supo que Felipe también estaba considerando una alianza con la casa Valois.El duque realizó un acto simbólico para semejar la consumación del matrimonio, sin existir un contacto físico real.Anguissola también influyó en las obras artísticas de sus futuras hijas, Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela, durante su tiempo en la corte.[5]​ El matrimonio tardó un año en consumarse, hasta que se produjo la menarquia de la reina.La antigua superstición europea, prescribía que una doncella no podía iniciar las relaciones sexuales antes de esta.Tuvo dos hijos, Bernardino y Pedro, de los que nunca dio el nombre del padre.[9]​ Al principio existen lógicos problemas en la pareja, como sabemos por las cartas que los embajadores franceses escriben a la madre de Isabel: “La constitución del Rey causa grandes dolores a la Reina, que necesita mucho valor para evitarlo”.[10]​ Al iniciar las relaciones íntimas, Felipe estaba completamente encantado con su novia de 14 años, y en 1564 había renunciado a sus infidelidades definitivamente.La posición de la amazona cambia por completo, la corneta evita que la dama resbale hacia la izquierda, la pierna izquierda se gira hacia el eje del cuello del caballo, sostenida por un fino estribo, y así los hombros y caderas de la mujer se orientan en dirección a la marcha.Isabel de Valois también introdujo en la corte española el gusto por las artes, patrocinando pintores, músicos y poetas.Su sucesora Ana de Austria, cuarta esposa del rey, sufrió después las consecuencias al ser obligada a la austeridad en sus gastos personales.Sin embargo, hizo acto de contrición y resolvió mantenerse fiel a su esposa, considerándose que la amó profundamente.El delicado estado de salud de la reina continúa y los médicos recomiendan baños, pero Isabel se opone debido al gran pudor que manifiesta a que alguien contemplara su desnudez, ni siquiera sus propias doncellas.Felipe II estuvo encantado con el nacimiento de la niña, y sería su hija predilecta.Ante el nacimiento de otra niña, hubo una gran desilusión en la corte, por lo que Isabel se deprimió.Pronto resurgieron las esperanzas de un heredero, pues la reina era joven y podría tener más hijos.Pese a esto, Felipe e Isabel estaban muy cerca de sus dos hijas comprándoles mermeladas, muñecas, juguetes y más.[17]​ Isabel habría sufrido una pielonefritis gravídica, que los médicos de la época no supieron diagnosticar ni tratar.Ante la muerte de Isabel, su madre Catalina, le ofreció a su hija menor Margarita, como novia.Probablemente se tratase de un pequeño taller en el que pintar, aparte del dormitorio compartido.[23]​ El Museo del Prado conserva dos de los retratos realizados por la artista que representan a la reina.
Los reyes españoles en su coronación.
Retrato de Isabel. Sofonisba Anguissola , Museo del Prado (Madrid).
Monedas con la inscripción de los reyes.
La Reina Isabel con su hija Isabel Clara Eugenia. Bautizada «el primero por la madre (Isabel de Valois), el segundo por el día del nacimiento, y el tercero por devoción a S. Eugenio» . [ 16 ]
Las infantas Isabel Clara Eugenia y su hermana menor, Catalina Micaela. Retrato de 1570.
Monasterio El escorial donde de aprecia a Felipe II e Isabel de Valois