Etiqueta de Borgoña
Otros autores en cambio señalan cómo la integración política y cortesana lograda en Borgoña fue una inspiración para Maximiliano, que intentó lograr una autoridad central similar en sus dominios austríacos.Notablemente, los duques de Borgoña habían establecido en Malinas una corte central como última autoridad sobre los consejos y dietas regionales que Maximiliano intentó replicar en sus otros estados.Eso incluye el uso del toisón de oro, arte renacentista, símbolos como el feuereisen o el sofisticado ceremonial cortesano.[3] A partir del ascenso al trono de Felipe II, para el servicio del monarca español se utilizaría, principalmente, la etiqueta borgoñona, frente a la más sencilla etiqueta de Castilla.Así, por ejemplo el color negro en la ropa que era la moda borgoñona era habitualmente vinculado en la propaganda antiespañola a la austeridad del catolicismo de la contrarreforma hispana.A lo largo del siglo siguiente estos enlaces entre primos se repetirían con frecuencia en ambas direcciones.La etiqueta de Borgoña, aunque transformada y adoptada sobrevivió en España hasta finales del siglo XVIII.