[3] La familia materna había habitado la región al menos desde el siglo XV y ya entonces pertenecía a la pequeña nobleza de la comarca.
[5] Pese a que la familia se trasladó a Bucarest en 1878, tanto para ofrecer una mejor educación a los hijos como por las necesidades políticas del padre —presidente del Gobierno desde julio de 1876—, Brătianu mantuvo siempre gran cariño por la casa familiar y la empleó más adelante como lugar de descanso, alejado del ajetreo político de la capital.
[7] Suspendió, empero, el examen de ingreso en la Sorbona, donde deseaba licenciarse y luego doctorarse en matemáticas.
[7] Interesado en la cultura y en las corrientes intelectuales del momento, propendía a aumentar siempre que podía su gran conocimiento de la historia.
[11] En 1891, cuando falleció su padre, su preferencia por la política y la insistencia de los dirigentes del partido liberal hizo que abandonase su carrera profesional para dedicarse a aquella.
[13] En 1898, antes de casarse, ambos tuvieron a Gheorghe Brătianu, futuro dirigente del PNL e ilustre historiador.
[16] Aquellos que podían elegir senadores eran todavía menos: no alcanzaban las veinticinco mil personas.
[18] Desde 1897 hasta 1909, año en que asumió la presidencia del Gobierno por primera vez, desempeñó distintos cargos ministeriales, reflejo de su importancia creciente en el partido.
[20] Este partido socialista, muy moderado, había decidido ingresar en el PNL para tratar de lograr algunas reformas y por sus malos resultados electorales.
[29] La industria nacional aún dependía de las importaciones y no cubría las necesidades del país.
[29] La agricultura, en la que trabajaba casi el 80 % de la población, seguía anticuada y poco productiva.
[43] Pese a ello, los conservadores, en el Gobierno desde 1911, renovaron la alianza con Alemania y Austria-Hungría por siete años más.
[45] Como ya había hecho su padre, rechazó lo que consideraba intromisiones de otros Estados en un asunto interno del país.
[47] Al retomar la presidencia del Gobierno, Brătianu mejoró de inmediato las relaciones con Francia y Rusia, con el beneplácito del rey, pero mantuvo una actitud cauta, contraria a romper relaciones con los Imperios Centrales y suscribir una alianza con la Triple Entente.
[52][53] La muerte del rey el 10 de octubre y la entronización del filogermano pero débil Fernando I descorazonó a los Imperios Centrales, que vieron cómo la política exterior rumana quedaba completamente dominada por Brătianu, claro partidario de la Entente.
[52] Brătianu, sin embargo, controló a los exaltados[58] y, aunque decidido desde las primeras victorias de la Entente a entrar en la guerra del lado de esta, decidió hacerlo cuando el país estuviese preparado y lo juzgase más conveniente.
[64] El nuevo rey, indeciso e inexperto, dejó la política exterior en manos de Brătianu.
[71][72] La Ofensiva Brusilov no permitía a los rusos ceder tal cantidad de tropas y los anglo-franceses tardaron en estar listos para atacar desde Salónica, lo que retrasó el acuerdo.
[73] Brătianu pensó que no podía retrasar más su entrada en la guerra si deseaba conseguir sus objetivos territoriales.
[75][74] Los primeros avances militares en Transilvania fueron rechazados por la contraofensiva de las Potencias Centrales, que invadieron Oltenia y Valaquia, ocuparon Bucarest y obligaron al Gobierno rumano a refugiarse en Iasi a finales de 1916.
Mientras tanto, Brătianu había sido sustituido por un Gobierno de crisis presidido por el general Alexandru Averescu, al que pronto sucedió Alexandru Marghiloman (elegido para negociar la paz con Alemania debido a que gozaba de contactos personales con el Gobierno alemán).
[77] Aunque tuvo éxito en la negociación para la anexión de ambas regiones, en 1919, ignorando las negociaciones previas, anunció que no aceptaría un compromiso en la renuncia a los territorios habitados por mayorías rumanas que habían pasado a formar parte del reino de Yugoslavia.
[82] Brătianu organizó una campaña contra Averescu en la que recabó el respaldo de toda la oposición y del propio rey.
[86] Al mismo tiempo, el Gobierno del PNL abordó una reforma agraria a nivel nacional entre 1918 y 1921.
[87] Si bien la reforma agraria modificó intensamente la propiedad de la tierra (un millón cuatrocientos mil labradores recibieron en total unos seis millones de hectáreas expropiadas a sus anteriores dueños), no acabó con los graves problemas del agro rumano.
[89] Decidido a promover la industrialización como método de modernización de la nación, aplicó un sistema estatista en el que no solo el Estado invertía en industria, sino que también legislaba para fomentar su aumento y su control por rumanos.
[90] Aunque esto facilitó el crecimiento de la industria, no logró eliminar la dependencia del capital extranjero.
[91] Con esta firmó en 1926 un tratado de alianza limitado, en el que los franceses se negaron a incluir ayuda militar.
[95] El PNL con Ion al frente dominó la política rumana desde 1922 hasta 1928 (salvo un breve intervalo entre marzo de 1926 y junio de 1927), ejerciendo una gran influencia en el rey Fernando I, incluso sin contar con un gran apoyo popular (prácticamente nulo en Transilvania y Besarabia).
[99] Brătianu esperaba que la nueva ley le permitiese controlar el Parlamento como ya había conseguido hacerlo con la Administración estatal.