[2] Pese a ello, al día siguiente, el consejo real decidió no evacuar Moldavia.
[2] Convencido de que los rusos no combatirían y que el Ejército rumano no supondría obstáculo alguno, el alto mando alemán decidió emprender una nueva ofensiva para liquidar el frente rumano y ocupar Moldavia.
[2] La operación comenzó el 6 de agosto, con ataques contra el desmoralizado 4.º Ejército ruso, que se retiró, pero destruyó antes el puente sobre el Seret.
[2] Al no poder cruzar el río por la destrucción del puente y por el bombardeo enemigo que impedía vadearlo, August von Mackensen decidió enviar a sus divisiones directamente contra Mărășești, defendida por el 1.er Ejército rumano.
[3] Paulatinamente, tuvieron que ser sustituidas por otras rumanas, consideradas más fiables.