Los soldados rusos que sostenían gran parte del frente rumano también comenzaron a volverse poco fiables desde el establecimiento del gobierno soviético en Petrogrado.
En diciembre 4 cuerpos de ejército rusos habían ya firmado un armisticio con los alemanes y el comandante ruso declaró no contar con la lealtad de sus tropas, viéndose obligado el 3 de diciembre a solicitar armisticio, presionado por los revolucionarios.
[1] El gobierno rumano solicita al representante militar francés y a los embajadores aliados de la Triple Entente permiso para solicitar también un armisticio, a lo que el primero no se compromete pero sí así los segundos, que entienden la gravedad de la posición rumana.
[3] Entre sus términos: El primer ministro rumano Marghiloman logró sin embargo algunas concesiones de los vencedores, como una cesión menor de territorio a Hungría.
Sin embargo, este acuerdo no duró mucho porque cuatro días después, el 29 de septiembre, Bulgaria tuvo que capitular ante el avance de las fuerzas aliadas (véase también: Armisticio con Bulgaria).