Inés Enríquez de Castilla

[2]​ Fue abadesa del Convento de Santa Clara la Real (Toledo) entre 1393[3]​[4]​ y 1443, y algunos historiadores han destacado que a pesar del paso del tiempo las monjas de ese cenobio no han olvidado «ni la gran labor realizada por doña Inés, ni su interesante personalidad», aunque también señalan que su biografía es inseparable de la de su hermana, Isabel Enríquez, que fue monja y abadesa del mismo convento.[13]​ El convento de Santa Clara de Toledo atravesaba una grave crisis económica en esos momentos, ya que había más de 70 monjas sin incluir a las novicias, y en el reino de Castilla había una grave inflación que elevó enormemente los precios,[14]​ por lo que la «generosa» dote aportada al convento por las hijas de Enrique II[15]​ contribuyó a aliviar la situación financiera del cenobio y permitió que éste pudiera adquirir dos casas que estaban junto a él.[19]​ En el convento se celebraban todos los años un aniversario con misa, vigilia y responso cantados en memoria del rey Enrique II, que había protegido siempre al convento y estimaba mucho a las monjas clarisas, y de su esposa Juana Manuel de Villena, hija del célebre magnate Don Juan Manuel.[24]​Inés Enríquez fue abadesa del convento de Santa Clara la Real de Toledo desde 1393,[4]​ año en que el papa Clemente VII emitió una bula que le permitía ser elegida para ejercer dicho cargo a pesar de ser hija ilegítima.El escudo de armas de Inés Enríquez, que fue colocado sobre su tumba en el convento de Santa Clara la Real y en otras partes del mismo edificio,[3]​ fue dibujado por Mario Arellano García y otros autores en un artículo que publicaron en 1991 sobre los testimonios heráldicos presentes en las iglesias, conventos y monasterios de Toledo.Sin embargo, la abadesa Inés Enríquez consiguió que el pleito se resolviera a favor de su convento, y se acordó que Inés de Ayala seguiría recibiendo hasta su muerte el usufructo de todos esos bienes, aunque cuando falleciera éstos pasarían, por juro de heredad, al convento de Santa Clara, y la tenacidad de Inés Enríquez al defender los derechos de su convento llevó a la historiadora María Luisa Pérez de Tudela a señalar que debió ser una mujer «firme y decidida», y también «carismática y vocacional»,[36]​ ya que las obras que realizó en el convento lo convirtieron en un complejo «capaz y suntuoso» en el que podrían vivir las numerosas religiosas, dueñas y novicias que lo habitaban.[37]​ Las abadesas Inés e Isabel Enríquez y su pariente fray Juan Enríquez, que era el visitador del convento de Santa Clara la Real y llegaría a ser posteriormente obispo de Lugo, solicitaron el 31 de septiembre de 1395 al Tribunal del Subsidio que dicho convento quedara exento de abonar el tributo del Subsidio, y el tribunal, basándose en una bula que el papa Clemente VII había concedido al mencionado cenobio en 1394, falló a favor del convento y les eximió de abonarlo.[40]​ Además, en algunos documentos ambas recibían el título de «altezas», y en el convento de Santa Clara se las llamaba infantas, y María Luisa Pérez de Tudela señaló que tal vez hicieron eso por las bulas que el papa Martín V emitió a su favor.[44]​No obstante, y debido a la larga ausencia del duque Fadrique Enríquez, las religiosas del convento y las hermanas Inés e Isabel Enríquez persuadieron a Beatriz Enríquez para que vistiera el hábito de las clarisas, y al final ella, tras muchos ruegos y súplicas por parte de aquellas accedió a su petición,[44]​ y después de haber permanecido en el convento durante más de dos años, al final las monjas obligaron a Beatriz a que pronunciara sus votos tras haberla mantenido encerrada contra su voluntad.Sin embargo, el duque Fadrique se opuso a ello y comunicó al papa Martín V que su hermana deseaba abandonar el convento, y le solicitó que se realizara una investigación acerca de lo ocurrido.[58]​ Y junto a su tumba está situada la de su hermana, Isabel Enríquez.
Retrato imaginario de Enrique II de Castilla. José María Rodríguez de Losada . ( Ayuntamiento de León ).
Sepulcro del rey Enrique II de Castilla en la capilla de los Reyes Nuevos de la catedral de Toledo.
Sepulcro de los reyes Carlos III de Navarra y Leonor de Trastámara. ( Catedral de Pamplona ).
Vista general de la ciudad de Toledo.