Gregorio Prieto

Cuando el futuro pintor contaba dos años falleció su madre, y el padre se volvió a casar con Tadea Solance, por la que Gregorio tuvo siempre el afecto debido a una madre auténtica.

La familia se traslada a Madrid cuando Gregorio contaba apenas siete años de edad; allí el padre abre una ebanistería.

Numerosos viajes por Italia, Grecia y Egipto le harán centrarse en un tema que desarrollará más adelante, la arquitectura griega.

Después de recorrer muchos países europeos, donde realiza numerosas exposiciones, incluso en Groenlandia, y tras una breve estancia en España, consigue refugiarse en Inglaterra al estallar la guerra civil española.

En premio a esta labor, el ayuntamiento de Valdepeñas, lugar natal del poeta, construyó en un molino de viento, el mayor del mundo, un museo que lleva su nombre, y a su lado construyó un museo sobre los molinos.

[5]​ Fruto de esta especial relación, la localidad conserva una obra firmada y dedicada del artista, que a su vez, donó otra al Museo Camón Aznar de Zaragoza.

En este lugar, Prieto tuvo su residencia y estudio durante más de veinticinco años.

En ella se puede leer el siguiente texto: "En este edificio vivió y tuvo su estudio Gregorio Prieto Muñoz (1897-1992), pintor de la Generación del 27".

La Fundación organiza y promueve, entre otras actividades, el Certamen de Dibujo Gregorio Prieto que a partir del año 2013 en su edición número XXII, se viene celebrando con carácter bienal.

En dicho museo, abierto al público, puede verse gran parte de la obra del artista manchego.