Licaón (mitología)

Por este motivo, Zeus transformó a Licaón en un lobo y destruyó su todo reino.

Pero su apasionada religiosidad le llevó a realizar sacrificios humanos, lo que degeneró su posterior metamorfosis.

Este se preparó para matar al peregrino, pero, alertado por algunas señales divinas, quiso asegurarse antes de que no era un dios, como afirmaban los temerosos súbditos.

Este montó en cólera y transformó a Licaón en lobo e incendió después el palacio que había sido testigo de tanta crueldad.

[2]​ Tzetzes menciona a los más importantes: Ménaro (Ménalo), Tesproto, Níctimo, Caucón, Lico (Licio), Ftío, Teléboas, Hemón, Mantino (Mantineo), Estínfalo, Clítor y Orcómeno.

Zeus descubrió el engaño y enfurecido convirtió a todos en lobos, los fulminó con su rayo o tuvieron que exiliarse para siempre, según las versiones.

El resto de licaónidas o bien no son epónimos de lugares arcadios, o son figuras secundarias de las que apenas se sabe más que sus nombres: Acontes,[2]​ Ancior,[2]​ Arquébates,[2]​ Caneto,[2]​ Carterón,[2]​ Cinero,[2]​ Coretonte,[2]​ Egeón,[2]​ Eumetes,[2]​ Eumón,[2]​ Evemón,[2]​ Faso,[2]​ Fineo,[2]​ Fisio,[2]​ Ftío,[2]​[12]​ Genétor,[2]​ Halífero,[36]​[2]​ Harpaleo o Harpálico,[2]​ Hélice,[2]​ Hopleo,[2]​ Horo,[2]​ León,[2]​ Lino,[2]​ Macedno,[2]​ Mecisteo,[2]​ Meleneo,[37]​[2]​ Platón,[2]​ Pólico,[2]​ Porteo,[2]​ Prótoo,[2]​ Socleo,[2]​ Teléboas[2]​[12]​ y Titanas.

Grabado neerlandés , atribuido a Hendrick Goltzius ,
para una edición de 1589
de Las metamorfosis de Ovidio :
Licaón transformado por Zeus.