En la mitología griega, Macareo (Μάκαρ / Makar; Μακαρεύς / Makareus) es un príncipe de Arcadia hijo de Licaón,[1] el hombre que fue transformado en lobo por Zeus por hacer sacrificios humanos a los dioses.
Macareo destacaba por su impiedad, y cuando Zeus se dirigió de incógnito a su palacio para comprobar por sí mismo la veracidad de sus crímenes, los licaónidas mataron a uno de sus hermanos y se lo sirvieron de cena,[1] con el fin de descubrir si se trataba realmente de un dios.
[2] Descubierto el horrendo manjar, Zeus transformó a los licaónidas en lobos,[3] o bien los fulminó con su rayo.
[4] En otras versiones fue Licaón, y no sus hijos, el que ofreció el banquete a Zeus.
[5] Este Macareo fundó en Arcadia la ciudad de Macareas.