Los budistas e hindúes usan el Yapa Mala, que usualmente tiene 108 cuentas, o 27 contadas cuatro veces.Por su parte, los cristianos ortodoxos orientales usan un cordón de oración anudado llamado komboskini o chotki, que tiene 100 nudos, aunque también se pueden usar cordones de oración con 50 o 33 nudos.[6] El juguete griego «komboloi» (que son cuentas para la relajación y no tienen ningún propósito religioso) tiene un número impar de cuentas, por lo general uno más que un múltiplo de cuatro, por ejemplo (4x4) +1, (5x4) +1.Puesto que las cuentas se mueven con los dedos de manera automática, permiten al usuario realizar un seguimiento de cuántas oraciones se han dicho requiriendo apenas un mínimo de esfuerzo consciente, lo que a su vez permite dedicar mayor atención a la oración misma.La invención se le atribuye a Antonio Magno o al cercano Pacomio en el siglo IV.[9] Posteriormente, católicos y eventualmente anglicanos rezaron el rosario con cuerdas de 59 cuentas.La Iglesia Ortodoxa Oriental utiliza cordones de oración que suelen tener 33, 50 o 100 nudos.Según la Enciclopedia Católica, "El rosario se le confiere a un monje ortodoxo griego como parte de su investidura junto con las mandyas o hábito monástico completo, como el segundo paso en la vida monástica, y es llamado su 'espada espiritual'.Con respecto a los dos primeros números, el primero representa el número de heridas infligidas a Jesús por los azotes, los clavos y la lanza, mientras que el último representa la edad de María en su Asunción.Muchos anglocatólicos usan el rosario católico y es posible también que usen cuentas de oración anglicanas.Cada cuenta tiene su propia importancia como estímulo y recordatorio para la meditación, si bien se pueden usar también para oración repetitiva.[14] Si bien en la actualidad se usan ampliamente en el islam sunita y chiita, los seguidores de las sectas salafistas evitan su uso debido a considerarlos una innovación (bida) intolerable.[15] Los fieles sij pueden usar mala (cuentas de oración) mientras recitan versos del Gurú Granth Sahib.En el budismo tibetano, las malas también son de 108 cuentas: un mala cuenta como 100 mantras, y los ocho adicionales están dedicados a todos los seres sintientes (la práctica como un todo también se dedica al final).Al contar, calculan un mala como 100 mantras y las 11 cuentas adicionales se toman como extra para compensar errores.[23] La fe baháʼí estipula que el verso Alláh-u-Abhá «Dios es el más glorioso» se recite 95 veces al día tras las abluciones.