Misbaha

Según el antropólogo Malek Chebel, es posible que haya sido introducido por los sufíes en los dos primeros siglos del islam, inspirados en prácticas indoiraníes.[5]​ Sin embargo, Chebel señala que, aunque la misbaha es ahora un objeto muy visible en el mundo musulmán, su origen es oscuro y no se encuentra ningún rastro de ella antes de la llegada del Islam.Chebel también se preguntó si no habría sido introducido durante la Primera Cruzada.[6]​ También se ha sugerido que procede de la India, inspirado en el rosario o mala utilizado por hindúes y budistas.[8]​ Se utiliza habitualmente para practicar el dikr o invocación repetida dirigida a Dios.Es corriente, por ejemplo, encontrarlo colgado en el espejo del automóvil o en las paredes de hogares y comercios musulmanes.El llamado en árabe misbaḥah, materialmente se parece a un pequeño collar de treinta y tres granos unidos entre sí.Los granos son más bien grandes y de forma redonda u ovalada, con un orificio lo suficientemente grande, para dejar que las cuentas corran con facilidad en el hilo.Teóricamente el misbaḥah o masbaha debería estar formado por noventa y nueve granos, por cien incluso.Para hacerlo más liviano y llevadero se lo redujo a un tercio, quedando la obligación de repetirlo tres veces para completar el número exacto de noventa y nueve.Este número, más bien simbólico, significa los noventa y nueve nombres o atributos divinos, además del mismo nombre de Dios.Por tanto, el fiel musulmán al desgranar tres veces su rosario invoca, oral o mentalmente, a Allah (Dios).Tal práctica religiosa no es obligatoria; solamente es recomendada por el mismo Muhammad, en la siguiente aleya: “A Dios pertenecen los nombres más bellos.Invocadlo con ellos; y alejaos de quienes los aplican erróneamente.18. al- Razzâq: el Dispensador de los bienes materiales y espirituales.20. al-‘Alim: el Conocedor de todo lo que es cognoscible.25. al-Mu‘izz: Aquel que da honor y fuerza.Aquel que conoce los secretos más íntimos de las creaturas.41. al-Jasîb: el Calculador, Aquel a quien se debe rendir cuenta.60. al-Mu‘îd: Aquel que hace retornar a la existencia las creaturas ya aniquiladas.65. al-Wâyid: el Opulento, el Perfecto, Aquel que no le falta nada y que no tiene necesidad de nada.89. al-Mughnî: Aquel que enriquece las creaturas y las embellece con toda clase de perfecciones.97. al-Wârith: el Heredero, a quien retorna todo lo que poseen las creaturas.Puede ser que algunos no sepan los atributos de memoria; en la práctica lo sustituyen recitando treinta y tres veces uno de aquellos atributos, o bien otras fórmulas religiosas breves y significativas, como por ejemplo: Allâhu Akbar (Dios es grande); al-jamdu li-l-Lâh (Dios sea alabado); Allâh ‘azîm (Dios es magnífico) ; Al Latîf (El Amable), etc. Es muy importante que al momento de repetir los nombres, uno se concentre en el atributo del nombre y trate de entrar en un estado de conciencia profunda y aunque no es importante el lugar en donde se efectúen las repeticiones ayudaría mucho sí el ambiente es relajado.Si uno pasa las cuentas hacia dentro significa que el atributo, virtud o bendición que se está pidiendo es para uno mismo si es hacia fuera entonces es para alguien más.Generalmente el Masbaha concluye recitando en la centésima cuenta la profesión de fe lâ ilâha illâ-l-Lâh: no hay otro dios más que el único Dios.
Misbaha o Tasbih.