La cremación o incineración es la práctica de deshacer un cuerpo humano muerto, quemándolo, lo que frecuentemente se lleva a cabo en un lugar denominado crematorio.En la Edad del Hierro, la inhumación vino a ser nuevamente más común, pero la cremación persistió en la cultura de Villanova y en otros lugares.Las primeras cremaciones pudieron haber estado conectadas a las ideas de inmolación con fuego, tal como Taranis, dios del paganismo céltico (ver Sacrificio humano).La cremación en la India es atestiguada ya en la cultura del Cementerio H (1900 a. C.), considerada como la etapa formativa de la civilización védica.El cristianismo reprobó la cremación influido por los principios del judaísmo, y en un intento de abolir los rituales paganos grecorromanos.La cremación en vida fue usada como parte del castigo a los herejes, y esto no solo incluía arder vivo en la hoguera.[cita requerida] La cremación fue declarada legal en Inglaterra y Gales, cuando el doctor William Price fue procesado por cremar a su hijo.Algunas parroquias católicas han construido "cinerarios" donde los fieles pueden depositar "en sagrado" las cenizas de sus seres queridos en una ceremonia sencilla.Estos cinerarios son gratuitos, no permiten placas ni ofrendas, y exigen documentación del origen de las cenizas.En 2020, debido a la Gran Pandemia, la incineración ha sido una alternativa eficaz para intentar dar con las personas fallecidas por el coronavirus COVID19.Una de esas modificaciones consiste en dirigir las llamas al torso del cuerpo, en donde reside la principal masa corporal.Los modernos hornos crematorios incluyen sistemas de control que monitorizan las condiciones bajo las cuales la cremación tiene lugar.Estos ladrillos requieren ser reemplazados cada 5 años debido a que la continua expansión y contracción causada por el ciclo de temperaturas suele fracturarlos.Sin embargo, las personas con obesidad mórbida son preferentemente sepultadas en lugar de ser destinadas a la cámara crematoria.Las cremaciones pueden ser servicio único sin ninguna ceremonia religiosa dentro de la capilla del crematorio (aunque hubiese habido alguno) ni precedido por algún otro.Estas son colocadas en un contenedor, que puede ser una sencilla caja de cartón o una urna extravagante.No todo lo que queda es hueso, algunas veces se extrae joyería perdida, ornatos del féretro, amalgamas dentales, e injertos quirúrgicos como prótesis de cadera en titanio, los cuales a la inspección son retirados para evitar algún daño al pulverizador.Las cenizas pueden ser dispersadas en parques nacionales (en Estados Unidos) a través de un permiso especial.En la parte superior de la urna, una cápsula permite alojar una semilla junto con los nutrientes necesarios para asegurar su crecimiento, separados del contenedor donde se depositan las cenizas para evitar que éstas afecten al contacto.[10] Algunas personas prefieren la incineración por razones personales al resultarles más atractiva que el entierro tradicional.En otras culturas como las de Latinoamérica, la cremación no es muy utilizada, aunque algunos las prefieren, pues en estos países suelen enterrar los cadáveres y luego de dos años (tiempo prudencial en que se ha descompuesto el cadáver y ha quedado el esqueleto completamente "limpio") se procede a la exhumación del mismo para proceder a colocar los restos en un osario.No obstante, algunas religiones como la Católica sugieren el sepulcro o tumba como destino final de las cenizas, lo que añade un costo.[cita requerida] Por otro lado, investigaciones recientes indican sobre el daño potencial que ocasionan las emisiones de las cremaciones aunque comparativamente pequeñas en escala internacional.Esto explica también los entierros reservados para los santos varones (sadhú, escuyo espíritu ya ha sido "separado" suficientemente debido a prácticas ascéticas de toda la vida) y de los bebés y niños hasta los cinco años (cuyos espíritus no han vivido casi para desarrollar lazos con este mundo).Las regulaciones litúrgicas actuales permiten una misa con el contenedor de cenizas presente, pero se necesita autorización previa del obispo local si es necesario.En la religión ortodoxa, la cremación es considerada un rechazo general al concepto de resurrección, y como tal es visto severamente.Los movimientos liberales actuales, como La Reforma al Judaísmo, siguen apoyando a la cremación, aunque la inhumación (entierro) permanece como la opción preferida.Este referente halájico refuerza la resurrección de la persona como una creencia central del judaísmo "convencional", en comparación con otras tendencias antiguas tales como el Saduceo, que lo niega.El neoconfucianismo bajo Zhu Xi firmemente desaprueba la cremación de un familiar como un acto no filial.En Estados Unidos según la NFDA, Asociación Nacional de Directores Funerarios por sus siglas en inglés, esos números están proyectados a seguir creciendo.