Si bien estas corrientes son propiamente europeas, la influencia imperialista hace que se encuentren trazas a través del mundo, aunque pueden continuar diversas tradiciones locales con otras periodizaciones y características.
Como los movimientos se desarrollan a diferentes ritmos en cada país, este artículo divide la información por décadas.
Se empieza a mirar hacia atrás, hacia un pasado idealizado donde residen las raíces nacionales, y así se cultivará la novela histórica, como por ejemplo la obra Wilhelm Tell de Friedrich Schiller.
En la misma línea comienza una recuperación de la literatura oral y del folklore local.
Abundan los finales desgraciados en las obras en los tres géneros, donde se canta un amor no correspondido o de corta duración.
Estos escritores buscaban la inspiración para escribir y no solo las reglas de las preceptivas o los modelos antiguos.
Quincey usaba la droga para evadirse de la realidad, un hecho común a varios autores del siglo XIX.
El género más cultivado fue la poesía, con autores tan notables como Heinrich Heine en Alemania, Giacomo Leopardi en Italia o Yevgueni Baratynski, el cual inaugura la llamada Edad de oro de la literatura rusa.
Cabe destacar la figura del poeta polaco Juliusz Słowacki, conocido por su tragedia Balladyna.
Karel Hynek Mácha, con su poema Mayo, introdujo el romanticismo en la literatura checa, pero fue mal comprendido por sus coetáneos.
No importan tanto las aventuras extremas como las vivencias interiores, a pesar de que el entorno sea cotidiano.
Esto no quiere decir que los autores se acomoden al orden burgués imperante.
Idéntico sentimiento expresa al principio la voz poética de Las flores del mal de Baudelaire, poemario que inicia el movimiento del simbolismo, una corriente estética que continuará el también francés Paul Verlaine.
Alfred Tennyson publica Enoch Arden, un poema narrativo que puede ser visto como el reverso del regreso a casa de Ulises en la Odisea.
Peer Gynt es una obra de teatro en verso escrita por Henrik Ibsen en 1867 basada en un cuento popular noruego.
Ambos cuestionan la realidad atacando a los fundamentos de la percepción y anticipan corrientes muy apreciados durante la posmodernidad.
Fuera del ámbito occidental, Prathapa Mudaliar Charithram, de Mayuram Vedanayagam Pillai, fue la primera novela escrita en lengua tamil, hasta entonces empleada únicamente en poesía.
Tōson Shimazaki fue un poeta romántico japonés que posteriormente pasó a la novela naturalista.
Estas novelas buscan sobre todo entretener, aunque pueden incluir una posible enseñanza moral al final de la historia.
Lewis Wallace escribió Ben-Hur, en el cual posteriormente se basaría un film exitoso que generó superventas durante décadas en los Estados Unidos.
El teatro recoge la herencia experimental previa, con hallazgos como Tío Vania de Anton Chéjov o Ubú Rey de Alfred Jarry, que a menudo se considera la primera obra teatral del surrealismo.
No nos podemos olvidar en el ámbito de las letras hispánicas autores como José Rizal con "Noli me tangere", José Hernández con "Martín Fierro", Domingo Sarmiento "Facundo", Rosalía de Castro "Follas Novas", Menéndez Pelayo, Vicente Blasco Ibáñez "La barraca", etc.