Putrefacción

En términos termodinámicos, todos los tejidos orgánicos están compuestos de energía química, que, cuando no es mantenida por el constante mantenimiento bioquímico del organismo vivo, comienza a descomponerse químicamente debido a la reacción con agua en aminoácidos, conocida como hidrólisis.

Este consumo continuo también da como resultado la producción de etanol por las bacterias, lo que puede dificultar la determinación del contenido de alcohol en sangre (BAC por su siglas en inglés) en autopsias, particularmente en cuerpos recuperados del agua.

Generalmente, el término descomposición abarca los procesos bioquímicos que ocurren desde la muerte física de la persona (o animal) hasta la esqueletización del cuerpo.

Como tal, el término putrescible abarca toda la materia orgánica (animal y humana) que está bioquímicamente sujeta a la putrefacción.

Respecto a la muerte por intoxicación, la putrefacción del cuerpo se retrasa químicamente por venenos como el antimonio, el arsénico, el ácido carbólico (fenol), la nuez vómica (planta), la estricnina (pesticida) y el cloruro de zinc.

El primer signo externo de putrefacción en un cuerpo al aire libre suele ser una coloración verdosa en la piel sobre la región del ciego, que aparece en 12-24 horas.

Generalmente, el primer signo interno es una decoloración verdosa en la parte inferior del hígado.

- Temperatura ambiente: la descomposición se acelera por una temperatura atmosférica o ambiente alta, con un ritmo de putrefacción optimizada entre 21 °C (70 °F) y 38 °C (100 °F), que se extiende aún más por altos niveles de humedad.

Ciertos venenos, como el cianuro de potasio o la estricnina, también pueden retrasar la putrefacción, mientras que el alcoholismo crónico lo acelerará.

Estos incluyen: ácido carbólico (Fenol), ársénico + antimonio, ástricnina, nuez vómica (planta) y cloruro de zinc, (ZnCl2).

Las razones más comunes para preservar brevemente el cuerpo son funerales y prácticas médicas o religiosas.

Los cerdos son menos propensos a tener enfermedades infecciosas que los cadáveres humanos y están más fácilmente disponibles sin preocupación por cuestiones éticas; no obstante, una granja de cadáveres se busca todavía más para una mayor investigación.

Cada granja de cadáveres es única en su composición ambiental, lo que proporciona a los investigadores un mayor conocimiento y les permite investigar cómo diferentes factores ambientales pueden afectar significativamente la tasa de descomposición, como la humedad, la exposición al sol, la lluvia o la nieve y el nivel de altitud, entre otros.

Putrefacción en manos humanas después de varios días bajo el agua en Florida, Estados Unidos
Una manzana en la que ha comenzado la putrefacción