La promación o entierro ecológico es un método para el tratamiento ecológico de cadáveres humanos que surge en Suecia debido a la saturación de los cementerios.
El propósito es reducir el impacto ambiental que produce el entierro tradicional o la cremación.
El cuerpo es sumergido en nitrógeno líquido a -196 °C, temperatura a la que la materia orgánica es extremadamente frágil por su alto contenido en agua.
Del polvo seco obtenido se separan metales contaminantes como el mercurio o las prótesis dentales o de huesos, con lo que los restos ya son completamente ecológicos.
El polvo resultante corresponde apenas a un 30% de la masa corporal original, y es introducido en un envase biodegradable que es enterrado a una profundidad de medio metro; a diferencia de los entierros normales que son a más de 2 metros de profundidad y que impiden la degradación aeróbica con ayuda del oxígeno causando una putrefacción anaeróbica y desmembramiento por animales, también evita los gases tóxicos arrojados a la atmósfera por el proceso de cremación.