La Corporación Nacional Forestal (CONAF) es una corporación de derecho privado chilena, dependiente del Ministerio de Agricultura, encargada de administrar la política forestal chilena, fomentar el desarrollo del sector, combatir incendios forestales y administrar áreas silvestres protegidas como parques nacionales y reservas nacionales.
Su personal más visible para la comunidad son los llamados brigadistas, que combaten los incendios forestales, y los guardaparques, responsables de las áreas silvestres protegidas.
Al año siguiente Gay, con otros autores (José Miguel Irarrázaval, Manuel Carvallo, Pedro Nolasco Mena, José Vicente Iñiguez, Francisco García Huidobro, Eugenio Cortés y Félix Solar) reunidos por la Sociedad Nacional de Agricultura reiteraron estas preocupaciones en Memoria Económico Legal sobre los bosques..., donde se afirma que «los montes se han cortado en nuestro país sin número ni tasa, sin orden ni medida... de este eterno azote con que se les ha castigado ¿qué podrá esperarse sino la aridez y la devastación?
[4] Entre otras opiniones que en la segunda mitad del siglo XIX circularon en el mismo sentido, en 1870 Benjamín Vicuña Mackenna aseguraba que: «se está incendiando a Chile en nombre de la agricultura.
En concordancia con esta reiterada preocupación se tomaron medidas algunas legislativas que, sin embargo, no tuvieron en lo inmediato aplicación en la práctica.
En 1857 el Código Civil declaró que el «goce del usufructuario de una heredad se extiende a los bosques y arbolados, pero con cargo de conservarlo en un ser, reponiendo los árboles que derribe».
[6] Luego de la guerra del Pacífico, las recién instaladas autoridades chilenas continuaron con la misma preocupación.
Siguiendo a una propuesta hecha por Albert en 1911, en 1912 la anterior sección se transforma la Inspección General de Bosques, Pesca y Caza, alojado en el entonces Ministerio de Industria y Obras Públicas.
Los viveros de la Inspección General habían entregado en esa facha ya 63.502 árboles.
Allí se considera que Albert salvó al pueblo de ser absorbido por el campo dunar.
Durante el régimen militar, Augusto Pinochet designó a su yerno, Julio Ponce Lerou, casado entonces con María Verónica Pinochet, el cargo de director ejecutivo de Conaf entre 1974 y 1980.
[8] Ese mismo año se prueba el Decreto Ley 701, un polémico bono destinado a las empresas forestales cuyo objetivo era incentivar la plantación y reforestación de árboles y que a la fecha sigue vigente.
Al finalizar su gestión pública, Ponce Lerou terminó ostentando la propiedad de numerosos y extensos fundos, incrementando significativamente su propia fortuna personal.
[12] En 1976 la Conaf crea como mascota un coipo llamado Forestín, bautizado con ese nombre unos años después en un concurso infantil realizado en el programa televisivo del Profesor Rossa, en UCV TV, durante la década de 1980.
[15][8] En abril de 2017, nuevamente se presenta un nuevo proyecto al Congreso, esta vez bajo la administración de Michelle Bachelet para crear el Servicio Nacional Forestal como un servicio público.
Albert señalaba en esa fecha que esas labores alguna vez habían sido cumplidas esporádicamente por el Regimiento de Carabineros, pero cuando escribía ya no las realizaba nadie de manera orgánica.
Ocupó este rol hasta aproximadamente 1930 y es considerado el precursor de los actuales guardaparques en Chile.
En 1971, cuando estaba gestándose el cambio institucional que daría origen a Conaf propiamente tal, se delinearon los primeros "programas interpretativos" del país; uno pensado para el parque nacional Vicente Pérez Rosales (G. Watterberg) y otro para el parque nacional Puyehue (Cony y Gregory Lovelady).
A este centro se agregaron "senderos interpretativos", miradores, anfiteatros naturales, caminatas guiadas por guardaparques, señalética y casetas de información.
[31] Hasta el año 1976, los brigadistas estaban compuestos principalmente por estudiantes voluntarios, que no percibían ingresos por su labor.