Cine LGBT+ en Argentina

Cine LGBT+ en Argentina se refiere a las películas realizadas en Argentina con temáticas relacionadas con la homosexualidad, el lesbianismo, la identidad de género, la intersexualidad, el poliamor, las identidades queer y en general las disidencias sexuales y de género, desde una mirada no homofóbica/transfóbica, ridiculizadora o discriminadora.[1]​ La primera película LGBT+ realizada en la Argentina desde una visión positiva es Esta es mi vida (1952), dirigida por el uruguayo/argentino Román Viñoly Barreto sobre el guion de Carlos A. Petit, que tuvo como protagonistas al célebre bailarín español Miguel de Molina, acompañado por Diana Maggi, Maruja Montes, Fidel Pintos, Adolfo Stray y la debutante Egle Martin, elegida por el propio Molina.[3]​ Molina fue el primer artista de habla española cuya homosexualidad es públicamente conocida,[4]​ razón por la que estaba también censurado en México.«Abrió un camino estético y performativo fuera de dicha práctica que sería continuado durante décadas por otros intérpretes» para visibilizar la homosexualidad.[5]​ El propio Miguel de Molina en su autobiografía relata cuando una persona del aristocrático Barrio Norte le deseó la muerte por «maricón y peronacho».Ayala y Olivera estrenan Huis Clos (A puerta cerrada) (1962), que protagoniza una mujer lesbiana cuyo deseo no se detiene ni con la muerte y que por su temática lésbica -elevada a la categoría de tabú- se volvió una película maldita.En 1963 realizan Primero yo, cuyo título alternativo fue Machito, sobre un hijo que desea ser bailarín y debe enfrentar la oposición de su padre, donde retrata la comunidad LGBT+ relacionada con las artes y la danza de Buenos Aires, «sin caricatura, sin burla, por primera vez en el cine argentino».En 1975 se realizó la película Mi novia el travesti, dirigida por Enrique Cahen Salaberry y protagonizada por Alberto Olmedo, que sufrió la censura al ser reemplazado el actor/actriz trans Jorge Pérez Evelyn por Susana Giménez, modificado el título por Mi novia el..., y eliminando el final, por otro heterosexual, con el argumento oficial del gobierno que "en la Argentina no existe el travestismo”.[14]​ Las películas de este período incluyen personajes y performatividades disidentes, pero sin ser nombradas como homosexuales, lesbianas o trans.[2]​ Adiós, Roberto (Enrique Dawi, 1985)[15]​ es una película dramática en la que Roberto, un hombre separado de su mujer, necesita buscar un refugio y lo encuentra en casa de Marcelo con el que traba una buena amistad aunque ignora su homosexualidad.En ambas películas el personaje gay adopta una masculinidad tradicional, que busca por un lado ganar en autenticidad y «naturalidad», pero a expensas de postergar los estilos homosexuales que entran en colisión con el binarismo de género, tendiendo así a «fijar lo gay en una masculinidad sedimentada por la heteronormatividad, privando así a las homosexualidades masculinas de toda visibilidad queer».Recibió elogios generalizados de la crítica; Hurt ganó el Premio Oscar y el Premio BAFTA al Mejor Actor, y la película recibió otras tres nominaciones al Oscar, incluida la de Mejor Película (obtuvo el galardón Out of Africa).[19]​ Adrián Suar protagonizó junto a Andrea del Boca una comedia de enredo titulada Apariencias (Alberto Lecchi, 2000)[20]​ en donde Carmelo Posse, tras comprobar que la mujer que ama está comprometida, accidentalmente expresa sus sentimientos de frustración por un parlante durante una marcha de orgullo gay, lo que tras un malentendido lo convierte en el nuevo héroe del movimiento LGBT en Argentina.Almejas y mejillones (Marcos Carnevale, 2000)[22]​ es una coproducción hispano-argentina en la que uno de sus personajes protagónicos es una lesbiana quien, tras verse obligada a convivir con el nuevo inquilino de su casa ya que no tiene dinero para mudarse a una nueva, se va replanteando su homosexualidad.En ese contexto surge un cine en múltiples formatos, con un enfoque mucho más diverso y realista de las disidencias sexuales.En 2001 aparece para el gran público Lucrecia Martel (n. 1966) con La ciénaga, que será considerada como la mejor película de todos los tiempos.La ópera prima de la directora Anahí Berneri, Un año sin amor (2005),[26]​ basada en la novela autobiográfica de Pablo Pérez, aborda la vida de un joven escritor gay practicante del BDSM que recibe la noticia que se ha contagiado el VIH y es rechazado por su familia y amistades, a la vez que debe buscar nuevos soportes afectivos para afrontar su situación.[32]​ Plan B película del 2009 dirigida por Marco Berger, cuenta la historia de Bruno, interpretado por Manuel Vignau, quien no puede aceptar que su exnovia tiene una nueva relación con Pablo.En 2018 fue estrenada Mi mejor amigo es una película argentina escrita y dirigida por Martín Deus.
La primera película LGBT+ realizada en la Argentina desde una visión positiva es Esta es mi vida (1952) , dirigida por el uruguayo/argentino Román Viñoly Barreto sobre el guion de Carlos A. Petit , que tuvo como protagonistas al célebre bailarín español Miguel de Molina , expulsado de España por homosexual.
La célebre travesti francesa Coccinelle , una de las primeras en operarse para cambiar de género, visita la Argentina en 1962 y actúa en la película Los viciosos , de Enrique Carreras , causando un efecto profundo en la población y en la comunidad «marica», estableciendo un modelo de mujer travesti.
La relación entre las personajes de Isabel Sarli y Alba Mujica en Fuego (1969) fue una de las primeras representaciones de lesbianismo en el cine argentino . [ 9 ]
Victor Laplace interpreta el papel de Marcelo, un hombre gay que tiene una relación amorosa con un hombre recién separado, en Adiós, Roberto ( Enrique Dawi , 1985). La reconquista de la democracia dos años antes abrió un lento camino a la aceptación las diversidades sexuales y de género.
Héctor Babenco , director la la multipremiada El beso de la mujer araña (1985).
Marcelo Piñeyro , director de una de las películas LGTB de mayor impacto en Argentina : Plata Quemada (2000)
Directores y directoras de cine LGBT+ de Argentina premiados internacionalmente: 1) Albertina Carri; 2) Anahí Berneri; 3) Marco Berger; 4) Julia Solomonoff; 5) Lucía Puenzo; 6) Santiago Loza.