[1] En la Antigüedad en Mesopotamia en tiempos del rey asirio se castigaban las prácticas homosexuales con la castración.
[3] A este castigo también eran condenados los hombres homosexuales durante el reino visigodo bajo la influencia de la religión católica.
Durante el período nazi, se realizaron castraciones en algunos campos de concentración, principalmente a varones judíos y prisioneros rusos (véase, Josef Mengele).
[cita requerida] La castración química "temporal" ha sido estudiada y desarrollada para ser utilizada como acción preventiva y castigo para personas que han cometido crímenes sexuales en repetidas ocasiones, como la violación u otro tipo de violencia sexual.
La comunidad médica no apoya la castración voluntaria, por lo tanto, se ha establecido una red de castradores (generalmente llamados "cortadores" o "capadores"), que trabajan sin ser especialistas en la materia ni estar colegiados.
[cita requerida] La castración forzada también aparece en la historia de la guerra, usada para desmoralizar y humillar al enemigo.
Los generales o cabecillas eran castrados -y a menudo sodomizados- públicamente delante de sus hombres.
Los testículos recolectados se asaban y servían de banquete para la tribu vencedora, que los devoraba con gusto.
Las castraciones después del inicio de la pubertad, típicamente, reducen o eliminan la libido.
La castración es común tanto en animales grandes como pequeños, cuando se desea favorecer un desarrollo dado, un cambio en los hábitos o para prevenir la sobrepoblación.
Existen, en muchos casos, diferentes denominaciones para los animales machos que han sido castrados, para diferenciarlos de los que permanecen enteros: el toro pasa a ser buey, el gallo es capón, el cerdo al castrarse deja de ser verraco para ser llamado simplemente chancho o capón en varias regiones de América Latina, y al caballo o al asno que conserva sus atributos se lo llama garañón.
En general, en la mayoría de las especies, se designa como semental o padrillo al macho que conserva su capacidad reproductiva.